Pinar del Río, Cuba, (ICLEP). Las largas colas en espera de alimentos o productos de aseo son el diario vivir en el reparto Comandante Pinares, en el Km 2 ½ de la carretera a Viñales, ya que la población al no contar con Moneda Libremente Convertible (MLC) no puede adquirir esos productos de primera necesidad en las tiendas de ese tipo.

La mayoría de las veces estas personas que sacrifican sus días bajo el sol o la lluvia no logran comprar nada, pues al quiosco no entra ninguna mercancía o en otras ocasiones entra tan poca que sólo alcanza para algunos. A estos pinareños de a pie no les queda otra opción que permanecer anclados a las tarjetas de racionamiento para intentar comprar algo.

La vecina Mercedes Mujica Abreu comentó al medio que el hambre y la necesidad están hundiendo al pueblo lentamente y junto a esto los trabajos que están pasando todos los días por gusto. “Llevo quince días en el quiosco a ver si cojo un paquetico de pollo y todavía el rango no llega a mi número”, dijo.

Achicharrada por el sol dice estar Yudith Moya Aragón, por pasarse todos los días en el quiosco a ver si logra alcanzar algo, pero siempre regresa a su casa con las manos vacías. “Le estoy al sacar el pie a esto porque me va a dar una cosa parada allí o me voy a volver más loca de lo que estoy”, manifestó.

Mientras tanto, Lisset Espinosa Plasencia señaló que en este país el que no reciba ayuda de algún familiar en el extranjero o tenga un buen negocio “está pasando el Niágara en bicicleta”.

La dictadura aseguró que mediante las tarjetas de racionamiento se favorecería toda el pueblo, sin embargo, los pocos productos que envía a este establecimiento no alcanzan ni para el 15% de la población.

Publicado originalmente en la edición 266 del medio de comunicación comunitario del ICLEP,  Panorama Pinareño