Los Arabos, Matanzas Cuba - La adquisición de medicamentos, fundamentalmente por ancianos enfermos, se ha agravado con la medida impuesta por el régimen que pretende regular la corrupción en las farmacias, a través de controles desde los consultorios médicos.

Con esta nueva medida, se distribuye al médico a cargo de su consultorio una cantidad límite de medicamentos que, según la asignación y las necesidades del área de atención, el galeno irá distribuyendo. Esas cantidades están en función de lo que suministran al municipio.

El anciano asmático Erik Casanova Novoa, denunció que lo que se suponía iba a menguar los escandalosos hechos de corrupción en la farmacia piloto del territorio, “ha enredado más la pita”, pues “ahora la corrupción es doble”.

El jueves, frente al Consultorio No.2, situado en Calle 9na. entre José Martí y Camilo Cienfuegos, la aglomeración de personas en busca de los medicamentos asignados era notable. Las riñas entre acianos mostraban un espectáculo deprimente.

“Lo que han hecho es trasladar las perreras humanas de las farmacias a los consultorios. Después, todo el que logra coger una receta tiene que mandarse otra perrera en las farmacias. No veo solución ni mejoras”, declaró a Cocodrilo Callejero la jubilada Lucila Santana Cueto.

La farmacéutica Milagros Pupo Noa dijo a este medio, después de que se agotaran los medicamentos en la farmacia piloto, ubicada en Calle 5ta., que los médicos en los consultorios se ponen a dar recetas “a lo loco” y “sin rebajar las que ya dieron”.

La medida, lejos de traer alivio a los ancianos del territorio, agrega otra odisea más al contexto difícil de los medicamentos, pues ahora tienen que pasar por la tortura de una segunda cola en el consultorio para adquirirlos.

Publicado originalmente en la edición 183 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Cocodrilo Callejero.