Imagen tomada de Cubita Now
Por el periodista ciudadano Daniel Camejo López
Sep 11, 2024 | 2:00 PM
Cada noticia que emana de las hordas del régimen no solo desespera, sino más bien impresiona por el nivel de desconexión con la realidad del país. La última de ellas, el lanzamiento del Hotel K23 o Hotel Torre K, que con sus más de 500 habitaciones repletas de luminarias hará resplandecer a todo el Vedado en contraste con los apagones, la miseria que vive el país y los supuestos planes de ahorro de combustible.
La instalación, propiedad del Grupo Administrativo Empresarial S.A. (GAESA), desde ya considerado el edificio más alto de la Isla, ha generado no pocos debates en redes sociales. Y no es para menos, media Cuba está en desacuerdo con esto. Este hotel duele.
Solo pensar que cientos de familias permanecen albergadas desde hace años con falta de higiene y de todo es más que suficiente. Tantas necesidades y carencias que pudieran resolverse con una décima parte de los recursos empleados en dicho hotel, que como otros tantos no superará el 25% de ocupación.
Pero la dictadura se lo frisa en la cara a los miserables cubanos con toda pasmosidad. No les importa el pueblo, solo adoran el poder sobre la gente. Su gigantesco K23 lleno de luces y media Isla con enormes cortes eléctricos, sobre todo en provincias como Artemisa. El régimen presume grandeza sobre la agonía de un pueblo en desgracia extrema. Moralmente esto es inaceptable, cuando hoy más de 60 centrales de generación distribuida están fuera de servicio por falta de combustible.
¿Cuánta basura en las calles capitalinas y en el resto de Cuba por falta de combustible para los carros colectores? Desechos acumulados por días no muy lejanos del nuevo hotel. ¿Cuánto cubano ahora mismo mirándose hormiga ante la opulencia de una dictadura que hoy alardea su nueva construcción en escenarios internacionales?
La cuenta es esta, y es más que clara estimado lector, mientras el país, tu país, tu Cuba, se cae a pedazos, en el primer semestre del año 2023 el régimen destinó más de 2 325 millones de dólares para la construcción y reparación de hoteles, según datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).
El dato anterior es despiadadamente obsceno, si se compara con lo invertido en Salud Pública y Asistencia Social, datos de la ONEI, en ese mismo periodo, cuatro veces menor. De ahí, que de la oscuridad que hoy vive Cuba brotará el hotel que iluminará el Vedado habanero. Para la dictadura, nada de que sentir orgullo en escenarios foráneos.
Publicado originalmente en la edición 223 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa