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Por ICLEP
Dec 21, 2022 | 3:19 PM
La Habana, Cuba - La periodista y escritora cubana Mel Herrera denunció públicamente el acoso recibido por parte de la policía política en los últimos meses, así como las presiones de las que es víctima debido a la coordinación de una cena comunitaria para personas trans y en situación de calle.
“Hasta ahora he procurado no hacer público todo el acoso, los interrogatorios y presiones a los que me ha sometido la Seguridad del Estado en los últimos meses. En principio, por protegerme de represalias mayores que venían implícitas en algunos contactos con ellos, aunque para otros esté incurriendo en una falta a mi deber de denunciar”, publicó en su perfil en Facebook.
La activista trans admitió que no ha denunciado ni “la mitad de los interrogatorios informales, amenazas y difamaciones” sobre su madre y su trabajo y “el manejo indebido de información” sobre su vida personal.
Asimismo, aseguró en su publicación que el hostigamiento de la Seguridad del Estado se acrecentó cuando decidió, “a finales de noviembre de este año”, organizar “una cena comunitaria destinada a personas trans, transfemeninas, otras disidencias y personas en situación de calle, exclusión y pobreza”.
“Enseguida que le comenté a un par de amigos, me brindaron su apoyo y ahora cuento con un equipo de seis personas que me han ayudado a materializar esta idea. En días pasados, una de ellas fue avisada por agentes de la Seguridad del Estado que no quería la presencia de una persona puntual en esa cena e hicieron indagaciones sobre el dinero recaudado”, contó.
De acuerdo con la escritora, la policía política insinuó que ella tenía “más dinero del publicado”. “Una de las cosas que me propuse con esta iniciativa fue la de no tocar las puertas de embajadas, ONGs, ni otras organizaciones. Que todo fuera de organización colectiva”, aseguró.
La activista relató también que el Primer Teniente Guillermo se presentó en su casa “alrededor de las 2:40 de la tarde. Su propósito: conversar sobre la cena”, a lo cual respondió que “no tenía nada que conversar sobre una acción comunitaria, autónoma, que no debería ser criminalizada ni cuestionada por ningún Estado”.
Debido a su negativa a conversar, la activista fue citada formalmente para el mismo día en que ocurrirá la cena.
“No me voy a presentar el viernes en la estación de policía, (…) me ocuparé de estar con los míos y organizando el trabajo de lo que tendremos que hacer en la noche, a menos que ellos me impidan llegar hasta el lugar de la cena. Tengo separados los artículos que demuestran que este procedimiento y citación carecen de elementos y que son ilegales. Voy a llegar hasta las últimas consecuencias”, advirtió la periodista.
Mel Herrera reconoció también en su escrito que disminuyó su “presencia en redes sociales” y renunció “al activismo y al periodismo independiente, aun entendiendo que callar no nos salva de nada, sobre todo en contextos autoritarios y represivos”.
Precisamente, el pasado mes de julio Mel Herrera expresó públicamente su “separación de todo lo que tenga que ver con posicionarse o dar opiniones, de activismos y demás”, luego de que fuera sometida a un interrogatorio el 15 de julio con la policía política cubana.