Tomada de Canva
Por la periodista ciudadana Yaquelín Herrera
May 12, 2023 | 9:30 AM
Hay un dicho popular que reza: "Dios los cría y el diablo los junta", expresión que se ajusta muy bien a las relaciones que por estos tiempos se están consolidando entre Moscú y La Habana.
En un despliegue de servilismo, propio del sistema comunista de la isla hacia el Kremlin, algo que viene desde el mismo enero del 59'', los vínculos entre ambos parece cobrar fuerzas, desde que Rusia le cancelara a Cuba en el 2015, el 90% de la deuda de 35 millones de dólares que esta tenía.
Coincidiendo con la toma de posesión de Díaz Canel, como presidente del país, por un nuevo periodo de cuatro años, se produce la visita del Canciller ruso Serguei Lavrov, con el propósito de "consolidar lazos de colaboración", económica, política, cultural entre ambos estados y "otros asuntos de interés", como dijera en su comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX).
En pocas palabras. Moscú vino a establecer sus reglas del juego y garantizar la fidelidad del régimen cubano. En un intercambio con Díaz Canel, Raúl Castro y Bruno Rodríguez Parrilla, del que no se ha publicado nada, así transcurrió el viaje del diplomático a la isla.
La visita de Díaz Canel a Moscú en noviembre del 2022, y las palabras expresa expresadas a Putin, de que "Rusia podía contar con Cuba", y la anterior visita del ministro de defensa ruso, no dejan dudas del servilismo y uso que está haciendo Rusia de la isla, en su geopolítica.
Las tensiones que se han generado en la actualidad, entre los grandes centros del poder político, y las aspiraciones hegemónicas a nivel internacional, han obligado a Moscú a replantearse sus relaciones con la región y en particular con Cuba. Los gobiernos de izquierda de la región y las dictaduras existentes, han comenzado a tomar parte.
La visita de Lavrov a Brasil, Venezuela, Nicaragua y posteriormente a Cuba, dejan bien claro las intenciones de los rusos: buscar nuevos aliados y satélites en la región. Para el régimen cubano las opciones son pocas, o se vuelve una vez más a su aliado histórico o sucumbe ante el peso de la crisis económica y política por la que hoy atraviesa, así de sencillo.
Publicado originalmente en la edición 155 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano