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Sitian en su vivienda a la periodista Camila Acosta para impedirle cubrir protesta de los masones en La Habana

Camila Acosta y captura de la protesta de los masones. Fotos: Facebook / Camila Acosta y CubaNet / Captura de video

Por ICLEP

Jul 7, 2025 | 4:00 AM


La periodista independiente Camila Acosta denunció el 6 de julio que agentes de la Seguridad del Estado cubano la mantenían bajo vigilancia arbitraria frente a su vivienda, en un intento por impedirle cubrir la protesta que protagonizaron decenas de masones frente a la sede de la Gran Logia de Cuba, en Centro Habana.

“Tengo vigilancia arbitraria de la Seguridad del Estado a las afueras de mi vivienda. Quieren impedirme ir a reportar lo que está sucediendo ahora mismo con los masones en la Gran Logia de Cuba”, escribió Acosta en su perfil de Facebook.

La reportera denunció que las autoridades cubanas intentan frustrar su labor periodística, aunque aseguró que continúa recibiendo información directamente desde el lugar de los hechos. “Pierden su tiempo, los propios masones me envían la información, reconocen la importancia de la prensa y de que se hagan públicas las violaciones de Filema, en complicidad con la policía política”, afirmó.

Jornada de tensión frente a la Gran Logia de Cuba

El 6 de julio, en una escena sin precedentes recientes en la historia de la masonería cubana, decenas de hermanos masones entonaron el Himno de Bayamo y gritaron consignas como “¡Viva la masonería cubana!” y “¡Viva Cuba!”, mientras forzaban la entrada al edificio de la Gran Logia, en las calles Belascoaín y Carlos III, en La Habana.

Su objetivo: impedir una reunión convocada por el destituido Gran Maestro Mayker Filema Duarte, a quien acusan de usurpar el cargo con el respaldo del Ministerio de Justicia y la policía política.

De acuerdo con una publicación de la reportera en CubaNet y los videos enviados al medio independiente, varios hombres —identificados como masones afines a Filema, entre ellos Jesús Martínez Frómeta, Raúl Pérez Martín y Rolando Céspedes Mena— intentaban bloquear violentamente el acceso al inmueble. Uno de ellos llegó a lanzar alcohol en la cara de sus hermanos, mientras otro intentó arrinconar y agredir a un manifestante.

“El edificio es de todos”, exclamaban los masones mientras lograban acceder al lobby, entonando el himno de guerra cubano compuesto por el también masón Perucho Figueredo. A pesar del ingreso parcial, el grupo de Filema volvió a obstruir el paso en la escalera interior, lo que llevó a los manifestantes a tomar una decisión pacífica: nadie subiría hasta que todos pudieran hacerlo.

La protesta fue una respuesta a la convocatoria de una espuria sesión de la Alta Cámara, el órgano legislativo de la masonería, a la cual solo acudiría una minoría de logias afines al liderazgo depuesto.

Acusaciones de complicidad con el régimen

Los masones señalan que Filema fue destituido el pasado 25 de mayo, y denuncian que, desde entonces, ha actuado como un “dictador”, con el respaldo del Ministerio de Justicia (MINJUS) y de la Seguridad del Estado, suspendiendo a opositores internos y solicitando el respaldo de las autoridades para mantenerse en el poder.

El 5 de julio, los líderes legítimos reconocidos por la mayoría de las logias —Juan Alberto Kessel Linares y Víctor Bravo Cabañas— fueron citados y posteriormente detenidos por la Seguridad del Estado, con la advertencia de que no podrían acercarse a la sede de la Gran Logia. Fueron liberados la noche del 5 de julio, pero con severas restricciones.

Testigos aseguraron que Filema acudió personalmente a la estación policial de Zanja para pedir la intervención de la policía, cuyos agentes, vestidos de civil, mantuvieron custodiado el perímetro.

“Vamos a recuperar nuestra institución”

El momento de mayor tensión se vivió cuando, alrededor de las 2:00 de la tarde, Filema intentó subir al edificio. Recibió gritos de “¡No va a subir!” y fue forzado a retirarse. Horas después, anunció la suspensión de la reunión, aunque dejó claro que no renunciaría a su cargo.

Los masones, sin embargo, afirman que la lucha continúa. Se comprometieron a presentarse diariamente en la Gran Logia hasta lograr que Filema y sus acólitos abandonen el poder.

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