Sancti Spíritus, Cuba.  Comienza a afectar a la población espirituana los altos precios al transporte público de pasajeros, tanto urbano como intermunicipal, debido a la deficiente gestión y organización de este importante servicio por parte de la Dirección Provincial de Transporte. El inicio febrero ha evidenciado un encarecimiento del valor del pasaje, dentro de los límites urbanos y hacia los 8 municipios de la provincia, situación que ha comenzado a manifestar el rechazo y las críticas de la población.

Al no existir estabilidad en los horarios de los ómnibus locales y ruteros, los espirituanos se ven obligados a recurrir a las motorinas particulares y bici taxis, quienes han establecido precios demasiado altos. Un recorrido dentro de la ciudad, inferior a los tres kilómetros, cuesta 250 pesos, llegando en horas de la noche a costar más de 350 pesos. Situación semejante ocurre en la transportación hacia los municipios.

Ante la escasez de ómnibus estatales, se realizan solo dos viajes al día, obligando a los pasajeros a tomar las máquinas de alquiler, cuyos precios oscilan desde 150 pesos a Jatibonico y Taguasco, hasta1000 pesos al municipio de Trinidad, cifras demasiado altas Esta crisis en el transporte de pasajeros, según refiere Idalio Téllez, jefe de turno de la Base Municipal de esta ciudad, obedece a la falta de piezas para arreglar los ómnibus que están rotos. “En la base nuestra existen solo 8 ómnibus trabajando y cubriendo las rutas dentro de la ciudad, el resto o están parados por gomas o por piezas”, confirmó Téllez. “Es un abuso los precios de las motorinas, te cobran lo que a ellos les parezca.

El otro día tuve que coger una por la noche, del hospital a Rancho Hatuey, son 3 kilómetros me cobró 400 pesos”, comentó Lisett Gómez, residente en La Rotonda. Esta compleja situación con el transporte se agrava los fines de semana, cuando existen menor número de viajes y los inspectores de transporte no trabajan.

Publicado originalmente en la edición 150 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano