Alberto Navarro, embajador de la Unión Europea en Cuba / Foto Cubadebate
Feb 27, 2021 | 1:52 PM
Por Camila Acosta, Cortesía Cubanet
LA HABANA, Cuba.- Con Alberto Navarro, embajador de la Unión Europea en Cuba, conversó CubaNet vía telefónica.
Hola, un placer que haya accedido a esta entrevista. Mi nombre es Camila Acosta, soy periodista de CubaNet. Quisiera hacerle algunas preguntas relativas a este diálogo que se va a sostener que, de hecho, inició hoy jueves, y se va a realizar también este viernes 26 de febrero entre la Unión Europea y Cuba.
Con mucho gusto, claro que sí.
¿Cuáles son los temas que la Unión Europea va a presentar en esta reunión, en este diálogo que se va a sostener mañana entre esa organización y Cuba?
Este es ya el tercer diálogo formal, pero tuvimos antes otros trece informales, o sea, que hay ya mucha experiencia. Siempre hacemos una introducción, cada parte, hay unas delegaciones amplias que participan por cada lado; por ponerle un ejemplo, en el caso de Cuba, pues está también su embajador en Ginebra, especialistas del MINREX, de distintos departamentos, y siempre el primer punto es el de introducción por cada parte, y luego se divide en tres grandes apartados: el primero sobre derechos políticos y civiles, el segundo sobre derechos económicos, sociales y culturales, y el tercero sobre el aspecto multilateral, el tema, digamos, de los derechos humanos en el mundo.
Sobre el primero y el segundo punto cada parte propone, en cada diálogo, con mucha antelación obviamente, un tema que quiere abordar y, por parte europea, en el caso de los derechos políticos y civiles, hemos puesto la libertad de reunión y de manifestación. Y Cuba, en este punto, lo que ha pedido es la lucha contra el racismo, la xenofobia, la discriminación racial y el discurso de odio en los ámbitos públicos.
En el punto dos, de derechos económicos, sociales y culturales, Cuba ha pedido hablar de derechos humanos en el contexto de la COVID, del derecho a la salud y a la protección social, y la Unión Europea ha pedido hablar de la promoción de los derechos culturales y, en concreto, de la libertad de investigación científica y de expresión artística. Y, por último, en el tema multilateral, como Cuba forma parte del Consejo de Derechos Humanos, pues se habla de los derechos humanos en los distintos foros en Naciones Unidas, sobre todo en el Consejo de Derechos Humanos. Esos son, digamos, los temas de agenda que va a haber para la reunión de este viernes que, como le digo, es la tercera reunión formal y la sexta reunión ya de este diálogo de derechos humanos Unión Europea-Cuba.
En la Unión Europea tenemos este tipo de diálogos o de consultas con aproximadamente sesenta países del mundo. En el caso de Cuba tenemos otros cuatro diálogos más: el diálogo de sanciones unilaterales, que lo haremos en marzo, el 25 de marzo; el diálogo sobre desarme de armas de destrucción masiva y sobre tráfico de armas ligeras y, por último, el diálogo sobre desarrollo sostenible, que son los objetivos de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, los objetivos de desarrollo del milenio. Tenemos esos cinco diálogos: derechos humanos, medidas coercitivas unilaterales, las sanciones, desarme, tráfico ilícito de armas ligeras y, por último, desarrollo sostenible.
Luego tenemos otros diálogos que son sectoriales, que hacemos sobre agricultura, hay uno, otro sobre energía y otro sobre el cambio climático; que son diálogos más técnicos que se hacen con el ministerio de competencia aquí del gobierno cubano y con la dirección general de Bruselas que lleva, en el caso de agricultura, la DG AGRI, en el cambio de medio ambiente y cambio climático, la de medio ambiente, y en el caso de energía, pues también la dirección general de energía.
En relación a la democracia y los derechos humanos, ¿qué pretende la Unión Europea que haga Cuba en este sentido?
Nosotros partimos de la base de que no hay sociedades perfectas y no queremos tampoco darle lecciones al resto del mundo. Los europeos, que ya bastantes guerras hemos tenido en nuestro continente, que las llamamos guerras mundiales pero al final han sido guerras entre europeos que se exportaron al resto del mundo, digamos que, con respeto lo que queremos es compartir experiencia, ver cómo podemos mejorar en la práctica, aprender uno del otro en la promoción y respeto de los derechos humanos, de los convenios internacionales, sobre todo los de Naciones Unidas, que hemos firmado y ratificado, y con ese espíritu hacemos estos diálogos.
Lo que hacemos es seguir de cerca cómo evoluciona la sociedad cubana y el gobierno cubano, no nos corresponde a nosotros interferir en las políticas de Cuba, son los propios cubanos los que deben decidir su futuro, pero sí, como socios y amigos o, como tenemos un acuerdo que se llama Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación, que firmamos en diciembre de 2016 y que entró en vigor el 1 de noviembre de 2017, llevamos poco más de 3 años con el Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación en vigor, pues estamos acompañando, intercambiando experiencias sobre estos temas, sobre los cuales, como le digo, tenemos a más de 60 países del mundo, con China creo que vamos ya por el diálogo 35.
Y nuestro enviado especial para los derechos humanos, el señor Eamon Gilmore, que fue Ministro de Asuntos Exteriores de Irlanda, y que precisamente acaba de renovar el Alto Representante su mandato hasta el 2023, hasta febrero de 2023, es quien conducirá por la parte europea este diálogo, él conoce Cuba, estuvo aquí por ser enviado especial para el proceso de paz de Colombia, que sigue siéndolo también, y conoce muy bien el proceso de paz con las FARC y es quien conducirá el diálogo este viernes por la parte europea. Por la parte cubana será María del Carmen Herrera Caseiro, la directora general en funciones una vez que falleció hace algunos meses nuestro gran amigo Rodolfo Reyes, quien había conducido todos los diálogos hasta ahora.
Alberto, pero ¿qué opina Ud. del gobierno cubano?; por ejemplo, ¿usted considera que Miguel Díaz-Canel fue elegido democráticamente o que el gobierno respeta las libertades de expresión, de prensa, opinión, de asociación?
Yo no voy a hacer ese tipo de juicio sobre valoraciones porque no me corresponde. Además, como embajador de la Unión Europea aquí yo lo que hago es promover los valores que representa Europa entre los que, sin duda, está el impulso y respeto a la democracia y a los derechos humanos, impulsar los diálogos con Cuba en todos los ámbitos para ayudar en la medida que podamos a que Cuba mejore en todos sus ámbitos, en todos sus sectores, pero yo no puedo hacer juicios de valor porque sería algo impropio de mis funciones también.
Decirle que seguimos con mucho interés, obviamente, y nosotros somos un buen ejemplo, como propia Unión Europea, de lo que queremos impulsar en todo el mundo que es siempre el diálogo, el respeto y que haya buenas prácticas para encontrar políticas sostenibles y que las sociedades sean cada vez más prósperas y en ellas se respeten también los valores democráticos y los derechos humanos, sin duda alguna son, precisamente, las sociedades más abiertas, las sociedades más democráticas, donde más se respetan los derechos humanos y también, al final, las sociedades más prósperas.
Usted debe conocer una encuesta que hizo Civil Rights Defenders a mediados del año pasado cuyos resultados fueron enviados a la Unión Europea y fue una encuesta relativa a este Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación que tiene este organismo con Cuba. Según esta encuesta, que se entrevistaron a más de 100 personas dentro y fuera de Cuba, se demostró, o al menos fue la opinión mayoritaria, que Cuba no cumple con el Acuerdo de Diálogo y Cooperación. ¿Qué debería hacer entonces la Unión Europea si se ha demostrado que Cuba no cumple con este acuerdo?
Creo que no se trata de decir que cumplen o no cumplen. No, los acuerdos están en vigor y estos acuerdos lo que prevén son toda una serie de consultas y mecanismos de diálogo y de cooperación. Nosotros seguimos cooperando con Cuba, cuando digo con Cuba no digo solamente con el gobierno cubano, también con la sociedad civil cubana. Tenemos proyectos a través de las organizaciones no gubernamentales europeas que colaboran aquí en Cuba, por ejemplo, NTBL, que es una ONG española, o GNC, que es una ONG italiana, con la sociedades cubanas de epidemiología… que están ayudando a decenas de miles de envejecientes aquí en La Habana para que tengan un tipo de profesión individual, han buscado también una solución importante a la gente de protección y desarrollo y para dotar de mejores medios al Instituto (…) y al IPK y entonces no todo lo que sea lucha contra la COVID.
Nosotros, ya le digo, la Unión Europea creo que tiene acuerdos prácticamente con todos los países del mundo. No se trata de denunciar esos acuerdos o de decir que sí se cumplen, lo que tenemos que hacer es buscar la mejor manera de ayudar a que esos acuerdos se puedan aprovechar en toda su plenitud; que si hay ahora un desarrollo aquí en Cuba del trabajo por cuenta propia, si también, como esperamos y deseamos, en breve se autoriza una pequeña y mediana empresa, pues que podamos facilitar micro créditos, que podamos impulsar, ayudar a la creación de oportunidades, de riquezas, de empleo en Cuba, como hacemos en muchos otros países del mundo. Esa es nuestra tarea, nosotros no somos jueces, ni damos lecciones, ni estamos imponiendo nuestras políticas en los países porque, ya le digo, eso sería impropio de una organización como la Unión Europea, que también tiene relaciones con todos los países del mundo, donde no existe ninguna sociedad perfecta, puede usted indicar alguna que va a encontrar, como siempre, carencias y cuestiones en las que no estaremos de acuerdo, ya sea las ejecuciones que hay ahora de penas de muerte en Estados Unidos o en países que no nos gustan y que nosotros no lo mencionamos en los diálogos que tenemos con ellos, pero no somos quiénes para suspender el lazo, para suspender los acuerdos que tenemos con Estados Unidos porque hayan habido ejecuciones de pena de muerte, que es algo muy contrario a nuestros principios.
Le hago esta pregunta, además de por los resultados de esta encuesta, también porque el mes pasado la vicepresidenta del Parlamento Europeo, Dita Charanzová, se pronunció y dijo que la Unión Europea debería proceder a suspender el Acuerdo con Cuba por violaciones de derechos humanos.
Sí, ya lo sé. El Parlamento Europeo, usted sabe, hay 705 eurodiputados, no tiene competencias en política exterior, hace pronunciamientos que escuchamos, que en Bruselas escuchan, y por el Alto Representante, que él sí tiene las competencias (…) La gran mayoría de los eurodiputados, más de dos tercios, apoyaron este acuerdo y se pronunciaron favorablemente sobre el Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación con Cuba en julio del año 2017 y precisamente por eso pudo entrar en vigor el 1 de noviembre de ese mismo año.
Son respetables, nosotros respetamos las opiniones de los del Parlamento Europeo de esta vicepresidenta, ella también ha pedido mi dimisión como embajador del gobierno aquí, es algo que se respeta pero que, como le digo, no son ellos los que deciden la política exterior de la Unión Europea.
Cuando usted se refiere a sociedad civil cubana evidentemente se refiere a organizaciones, por ejemplo, como la FMC, la UJC, que son organizaciones que, claramente, responden a una ideología, que es la del Partido, es decir, no están representando realmente a la sociedad civil sino a políticas del gobierno. Eso me parece que ya ha quedado bastante demostrado. ¿Por qué no…?
No, no, nosotros tenemos contactos, encuentros y diálogos con sectores muy amplios de la sociedad civil cubana, no solamente con los que usted puede considerar, digamos, sociedad civil oficialista. No, la Delegación de la Unión Europea ha tenido encuentros, lamentablemente ahora con la pandemia pues casi todos se tienen que celebrar de manera telemática, por teléfono, como estamos ahora hablado usted y yo. Puedo decirle que ha habido 17 teleconferencias con personas que están vinculadas al Movimiento San Isidro, a las Damas de Blanco, en fin, la lista es muy larga, José Daniel Ferrer, yo le puedo mencionar una lista muy larga de personas que han tenido y que tienen contactos con la Delegación, eso forma parte de nuestras tareas y de nuestras obligaciones aquí.
Lo que tampoco tiene sentido es que solamente se hagan o se vean las relaciones de la Unión Europea con Cuba a través de la órbita de los derechos humanos; esa es una política muy respetable que tenemos que impulsar y promover pero la Unión Europea tiene también unos intereses mucho más amplios, tiene un montón de ciudadanos aquí que viajan, que residen en Cuba, inversiones, etcétera, por decirle que hay temas que van desde los comerciales, financieros, consulares, a los temas de democracia y derechos humanos. Pero no es cierto que nosotros nos limitemos solamente a una parte de la sociedad civil, en lo absoluto. Ya le digo que ha habido multitud de encuentros, de comunicaciones y de diálogos con personas como las que le he mencionado que forman parte también de nuestras tareas.
Somos una oficina pequeña pero muy comprometida y muy dedicada y las personas saben, cuando quieren llamar y nos quieren comunicar alguna queja, alguna protesta, etcétera, saben que se coge el teléfono y escuchamos con gran interés, ni transmitimos a Bruselas ni a los Estados miembros. Igual que la Unión Europea no es solamente la Delegación que está aquí en la quinta avenida, la Unión Europea es también España, Francia, Italia, Países Bajos, Suecia, República Checa, Polonia, etcétera, que tienen sus embajadas, hay 17 aquí residiendo y otros acreditados desde países vecinos, y también todas las tareas que hacen ellos de encuentros, de diálogos con otras partes de la sociedad civil cubana, que es muy amplia y muy rica, como has visto aquí, con todos los países, pues eso también ocurre en nuestros países donde hay también una diversidad de opiniones. Usted verá que hay gente que se está manifestando contra las medidas de la COVID-19, que han sido detenidas centenares en distintas capitales europeas, bueno pues porque también nuestras sociedades son muy diversas, por lo que yo le decía, que no hay sociedades perfectas para dar lecciones unos a otros, lo que tenemos es que aprender de los demás.
Y en el caso de Cuba, por supuesto, ustedes han tenido o mantenido alguna comunicación con disidentes, con activistas de derechos humanos acá, pero ¿por qué la Delegación de la Unión Europea acá en Cuba no invita a este diálogo a la sociedad civil independiente o no ha sostenido diálogos abiertos con la sociedad civil independiente como sí los sostiene, por ejemplo, con otros países de la región con los que igualmente mantiene relaciones y acuerdos similares al que sostienen con Cuba?
Pues mire, verá, sí hemos invitado a participar a lo que usted puede calificar como organizaciones que están fuera de estas. Lo que ocurre es que esos encuentros son un poco antinatura, porque estamos hablando de unos encuentros con sociedad civil que organizan los gobiernos, los Estados, tienen que contar con el visto bueno de las dos partes, y, por tanto, nosotros hacemos propuestas y no todas son aceptadas, y solamente podemos hacer un encuentro con aquellas organizaciones que son aceptadas por ambas partes. Así está establecido en las modalidades que tenemos del diálogo político, seguimos impulsando la apertura de estos espacios, y por supuesto que tenemos, al margen de estos encuentros, luego, multitud de diálogos, de encuentros, cuando estuvo aquí la Alta Representante, Federica Mogherini, se encontró con mucha gente en la residencia de la Delegación Europea, también cuando estuvo en el hotel Packard, allí tuvo un desayuno con ellos, con gente muy diversa, porque nuestro interés es escuchar a voces distintas.
Pero lo que es un diálogo político o un encuentro que está en el marco de ese acuerdo, necesita el acuerdo de las dos partes.
¿Usted dice entonces que han invitado a participar de estos diálogos, por ejemplo, a organizaciones defensoras de derechos humanos de la sociedad civil independiente pero que no han sido aceptadas por el gobierno cubano?
Así es.
Como, por ejemplo, ¿cuáles organizaciones?
Como por ejemplo una que se llama Cuban Rights Defenders, que tiene sede en Estocolmo, o, por ejemplo, otra que se llama People in Need, que tiene la sede en Praga.
Usted ya sabe, la Unión Europea, como le estoy diciendo, tiene también opiniones muy diferentes. Hay personas que están pidiendo que no se celebre el diálogo de este viernes, porque no les gusta que lo tengamos, como con Estados Unidos que lo tuvo cuando Obama pero luego vino la política del señor Trump y ya no se pudieron hacer más diálogos de derechos humanos con Cuba y Estados Unidos. Hay quienes están pidiendo que por eso se suspenda. Nosotros pensamos que no, que hay que seguir dando pasos y seguimos apostados por un diálogo crítico y constructivo, siempre desde la base del respeto, pero (…) sin unas organizaciones que hemos propuesto y que no han sido aceptadas y, por tanto, pues no pueden participar (…).
Usted me ha citado organizaciones internacionales de derechos humanos, pero por ejemplo, ¿han invitado a organizaciones que dentro de Cuba promueven los derechos humanos?
Claro, nosotros hemos invitado a las organizaciones europeas que están aquí presentes, está el Movimiento por la paz, el desarme y la libertad, (…) está GLC italiano, (…) está OXFAM en Cuba, pero está también OXFAM con sede en Bruselas y OXFAM es posiblemente la mayor organización del mundo (…) tienen que ser organizaciones que tengan relevancia para el diálogo que se está teniendo lugar, que puedan aportar sobre los temas que estamos poniendo encima de la mesa, que vamos a discutir.
¿Pero organizaciones, por ejemplo, como las Damas de Blanco, la UNPACU, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos?
No, claro, ya le he dicho que no, esas organizaciones tienen que ser aceptadas por el gobierno cubano. Y es obvio que no lo van a hacer, porque no las consideran, no están legalizadas y no las consideran relevantes o representativas. Así es como se hacen los encuentros que tenemos.
¿Y Usted considera que esto es correcto?
Pero si no es ni incorrecto ni no incorrecto. Vamos a ver, nosotros trabajamos en un marco legal que tenemos que es este Acuerdo de Diálogo Político entre Cuba y la Unión Europea y en el marco de ese acuerdo tenemos que respetarlo ambas partes porque lo hemos firmado.
¿Usted qué quiere? ¿Que suspendamos toda la cooperación, que se cierre la Delegación de la Unión Europea, que se vayan las embajadas de la Unión Europea aquí en Cuba?
No, no se trata de…
¿Que hagamos una política de bloqueo como la de Estados Unidos? Pues no.
Para nada, para nada. No es mi intención y no se trata de lo que yo quiero.
Es lo que le estoy diciendo, que para impulsar políticas en Cuba tiene usted que aceptar las reglas del juego que hay, un acuerdo que hemos firmado las dos partes y donde establecemos unas modalidades de trabajo. Entonces, nosotros vamos dando pasos, yo creo que no se puede comparar lo que hemos hecho, lo que estamos haciendo ahora con lo que hacíamos hace tres años. Hemos aumentado el nivel de diálogos, el nivel de cooperación, hemos empezado con algunos pequeños proyectos pero hay muchos más en curso, por el beneficio de la sociedad cubana y muchos estudiantes cubanos que tienen nacionalidades europeas, que se han beneficiado de programas (…). Hay personas que dirían que todo eso hay que suspenderlo porque se violan los derechos humanos. Bueno, no, así no piensa la Unión Europea, no hay que penalizar al pueblo simplemente por unas consideraciones de ese tipo. Vamos dando pasos, a veces algunos parecen muy pequeños, pero vamos dando pasos y por eso cada diálogo que hemos ido haciendo hemos ido aprendiendo del otro. El último que se celebró en Bruselas, todavía estaba vivo Rodolfo Reyes, citó el maltrato de mujeres y violencia de género en Bruselas, es decir, se aprende uno del otro. Porque ya le digo, no estamos en un mundo donde a los europeos nos corresponda dar lecciones. Cuba también en algunos temas, como por ejemplo, la solidaridad que ha mostrado con las brigadas médicas, ha mandado por primera vez en la historia médicos y enfermeras a cuidar de nuestras personas en Italia, por ejemplo, (…) o a los territorios de Francia, en el Caribe.
Con relación a las brigadas médicas, bueno, usted debería tener conocimiento entonces de que ya esto ha sido considerado por Naciones Unidas como esclavitud moderna.
No, por algunas personas. Naciones Unidas no se ha pronunciado como tal, lo contrario. Naciones Unidas, el Secretario General lo que ha pedido es que se suspenda el embargo a Cuba y que se suspendan todas las sanciones unilaterales con motivo de la pandemia de la COVID-19. Nadie le ha hecho caso, muy poca gente le ha hecho caso (…).
Pero bueno, yo creo que hemos hablado ya más de media hora.
Tengo una última pregunta, si me permite.
Dígame, claro que sí, con mucho gusto, para terminar.
Recientemente usted se unió a una carta que sostuvieron o firmaron varias figuras, artistas, intelectuales acá de Cuba, que solicitaban al gobierno de los Estados Unidos, específicamente a la administración Biden, que pusiera fin al embargo.
Sí.
¿Por qué entonces usted no se ha unido a otras iniciativas similares, por ejemplo, de la sociedad civil…?
Vamos a ver, yo no he firmado esa iniciativa, yo no sé por qué hay gente que dice eso. Yo no he firmado esa iniciativa. Esa iniciativa salió con ciento y pico de personas firmando, entre los que había varias personas que conozco bien y que son amigos míos, como es Carlos Alzugaray, como es Carolina de la Torre (…) gente que admiro mucho. Y había un amplio espectro representativo de la sociedad cubana. Yo siempre, siempre, desde que soy diplomático español hace ya más de 40 años, siempre he estado en contra del embargo unilateral de Estados Unidos a Cuba. Me parece no solamente contrario en derecho internacional, porque además se aplica fuera de las fronteras de Estados Unidos, se nos aplica a los europeos, a las empresas, a los ciudadanos europeos no solo a los cubanos, sino que además es ilegal, contrario al derecho internacional, me ha parecido siempre inmoral.
Yo lo que hice fue escribir un correo electrónico diciendo que apoyaba esa solicitud. Del mismo modo en que no tengo ningún inconveniente en decirle que yo apoyo también todos los avances en favor de la democracia, del diálogo y del respeto a los derechos humanos en Cuba, porque son cuestiones por las que he estado trabajando y sigo trabajando aquí. Es mi cuarto año en Cuba y he dedicado muchas energías y mucho tiempo aquí, que se lo robo a mis 5 hijos, que los tengo aquí conmigo, a trabajar e impulsar y abrir más.
Pero, en este caso concreto, hay gente que ha dicho que yo he firmado, yo no he firmado esa carta, yo he mandado un correo personal diciendo que apoyaba esas ideas porque son las que he defendido siempre. Yo diría que es más inteligente, para favorecer la democracia en Cuba, debían levantar el embargo.
Usted me dice, bueno, me da su opinión sobre el embargo estadounidense, pero se negó a darme su opinión sobre el gobierno cubano. ¿Usted considera que en Cuba existe una dictadura?
No, yo no considero que Cuba sea una dictadura. Claro que no.
¿Qué considera entonces del gobierno de Cuba?
Como embajador yo no puedo andar dando calificativos y menos del gobierno en el que estoy acreditado. Yo lo que voy constatando son los pasos que se dan, la Constitución que se aprueba, las medidas para el trabajo por cuenta propia que se aprueban, espero que ahora se impulse también a la pequeña y mediana empresa.
Y, desde nuestra pequeña oficinita, pues tratamos de ayudar en la medida de lo posible a todo aquello que contribuya a una mayor prosperidad y una mayor apertura de la sociedad cubana. Eso sí que lo estamos impulsando y que lo estamos haciendo.
Bueno, muchísimas gracias.
Un placer hablar con usted