Imagen tomada de CiberCuba
Por el periodista ciudadano Lázaro Quezada
Dec 4, 2025 | 10:00 AM
Sancti Spíritus, Cuba,(ICLEP). El desabastecimiento oficial y los atrasos en los calendarios de distribución de los alimentos normados de la canasta básica familiar mantienen, desde hace dos meses, completamente vacías las bodegas espirituanas, agravando así la crisis alimentaria en el territorio.
Muchas de estas unidades permanecen prácticamente cerradas, atendidas solo por algunos trabajadores que las mantienen abiertas para vender la leche y el pan, productos que también presentan irregularidades en su distribución. Estas carencias han incrementado, durante la última semana, las muestras de rechazo de la población hacia el régimen, al que acusan de engañar al pueblo y condenarlo al hambre.
Los únicos artículos disponibles actualmente en estas unidades comerciales son productos no alimenticios —como botas de goma, bebidas alcohólicas y ropa— que llevan meses en los estantes sin que nadie los compre.
“Casi todas las bodegas están cerradas, pues hace dos meses que no entran los alimentos de la canasta básica. Usted pasa por las calles y, si alguna no está cerrada, solo tiene una puerta entreabierta por si llega el pan o la leche para venderlos. Los dependientes están ahí sin hacer nada”, comentó Efigenia García Justo, vecina de la calle Mella.
“Ya lo que tienen que hacer es cerrar las bodegas. ¿Para qué las quieren, si nunca más han traído nada de la cuota? Están matando a un pueblo de hambre; esto ya es demasiado. Tienen que hacer algo porque no hay quien aguante más”, expresó Argelio Hernández Mirabal, residente en la calle 6ta del barrio Kilo 12.
Independiente a las afectaciones que esto provoca en la población —quien tiene que comprar los alimentos a altos precios en el mercado informal—, los trabajadores de estas unidades de comercio se ven afectados en sus salarios, los cuales dependen de su trabajo y de las ventas realizadas.
“Esto nos afecta a todos los trabajadores de las bodegas, porque si no se vende nada no ganamos nuestro salario y estamos prácticamente parados y sin saber cuándo entrará algo. Además, la gente está muy molesta y piensan que uno es responsable de lo que sucede y se ponen a hablar y protestar a toda hora”, confesó Moraima Meneses Gómez, trabajadora de la bodega de la Plaza de Jesús.
El único responsable de esta situación es el régimen cubano, incapaz de garantizar a la población su alimentación.
Publicado originalmente en la edición 214 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano.