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Por el periodista ciudadano Yevani Rojas
Nov 10, 2024 | 11:30 AM
Pinar del Río, Cuba, (ICLEP). Después de más de 20 días sin servicio de agua potable, con el paso de Helene por el municipio de Sandino se agudizó aun más la precaria situación de los pobladores en este territorio. Producto a los prolongados apagones, así como de las bombas de agua fuera de servicio, se ha mantenido la localidad sin que se vislumbre por parte del Gobierno ningún tipo de solución aparente.
En estos momentos, debido al paso del huracán Helene se resuelven algunos problemas que tanto afectan a los residentes, pero hasta la fecha no se ha visto un avance con respecto a esto, ni un accionar por parte de los dirigentes de la localidad. Las quejas y reclamos de los nativos del territorio a las autoridades de la Empresa de Acueducto y Alcantarillados hasta el momento no tienen una solución. Tampoco a estos funcionarios les causa interés prioritario la situación de los moradores de Sandino.
Promesas van y vienen, pero solo quedan en palabras vacías, al final del día lo importante es que la población se crea el cuento de que en un futuro se le dará solución al problema, y mientras, vivimos de mentiras.
Según informaron las autoridades del Gobierno a los pobladores, se está valorando el sistema de rebombeo como una prioridad en el territorio, y se orientó trabajar de conjunto con Acueducto y las brigadas de la Empresa Eléctrica para solucionar los problemas existentes con el ciclo de distribución del preciado líquido. Una de las alternativas es la instalación de paneles solares en los motores de agua para así independizarlos parcialmente de la Red Eléctrica Nacional, pero solo es un proyecto pensado, falta llevarlo a la realidad.
Uno de los obstáculos para comenzarlo es el presupuesto para dicha acción y con el que supuestamente el territorio no cuenta. Pero hasta la fecha todo queda en palabras y promesas que no se cumplen, los dirigentes que las hacen no son afectados por esta situación y por ello no son dolientes, es fácil vivir de mentiras y más si obligamos al pueblo a creerlas, o mejor dicho, lo obligamos a callar sus opiniones, si no se habla del problema, el problema no existe.
Publicado originalmente en la edición 275 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Panorama Pinareño