Sancti Spiritus, Cuba, (ICLEP). La población espirituana sigue siendo víctima de las continuas violaciones de sus derechos como consumidores, tanto en establecimientos privados como estatales, un problema viejo, pero sin resolver por las autoridades del gobierno y comercio. La violación de la Resolución 140 del 2014, que establece la protección al consumidor, es violada constantemente por el personal que labora tanto en las bodegas y comercios estatales, como en el sector de los trabajadores por cuenta propia y de Mipymes.

Falta de información al consumidor, maltrato verbal, robo en el pesaje de los alimentos y productos, falta de higiene en los alimentos que se ofertan, atraso en la entrega de productos, entre otras violaciones, son las que hoy sufren los consumidores del territorio.

"Cuando llegas a un punto de venta, si no andas claro y observando te roban una libra y ni cuentas te das. Ya me pasó el otro día con cinco libras de frijoles que compré en la feria, cuando llegue a mi casa me faltaba media libra", confesó Ibrahim Navarro Lugo, residente en el Barrio El Chambelón.

Estas violaciones también se aprecian a la hora de realizar los pagos. Cuando los trabajadores por cuenta propia no aceptan los pagos por tarjetas y exigen el efectivo, llegando a veces hasta ofender al cliente.

"El pasado viernes 14 de junio hice una compra en un comercio abierto en la parada de coches del hospital cuando fui a pagar por mi tarjeta la vendedora me dijo que ellos no tenían para ese tipo de pago y hasta me ofendió cuando traté de explicarle y tuve que pedir dinero a un amigo", aseguró Lázaro Fumero Guerra, residente en Garaita.

La poca correspondencia entre el precio y tamaño y la calidad de algunos alimentos que se ofertan en puntos estatales y particulares sigue siendo una de las principales quejas de la población, quien se siente estafada.

Miriam Lezcano, trabajadora del Departamento de Atención a la Población en la Dirección Municipal de Comercio, aseguró al medio que las quejas por malos tratos a los clientes, son diarias en este departamento, principalmente de bodegas y establecimientos estatales.

Pese a la presencia de inspectores en muchos de estos lugares, el maltrato al consumidor es un problema que parece no tener solución por el momento.

Publicado originalmente en la edición 183 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano