Caimanera protesta. Foto tomada del usuario Yosmany Mayeta en Facebook.
Por la periodista ciudadana Lídice Peralta
May 18, 2023 | 12:00 PM
Las redes sociales continúan desmantelado la tela de arañas del silencio y siguen mostrando al mundo la imagen real de Cuba, manifestada desde el 11 de julio, marcada por la violencia de la dictadura contra el pueblo.
De una manera torpe, pretendieron manipular los acontecimientos ocurridos en el municipio de Caimanera, en la oriental provincia de Guantánamo, donde los lugareños de forma valiente denunciaron los problemas reales sin resolver y el hambre que atraviesan.
Las autoridades del régimen intentan una vez más callar al pueblo, para que el mundo, no sepa la realidad, situación que le ha quitado el sueño a la cúpula.
Los portavoces del régimen han dicho en sus medios de comunicación que fueron cuatro personas alcohólicas que estaban buscando problemas, y la realidad es que fue una denuncia masiva de un pueblo cansado. En las redes lo que se escucha son palabras de libertad y desesperación.
Haciendo cortes de internet sólo generan más comentarios desfavorables y lo más triste es que cada denuncia en las redes viene con pruebas contundentes de videos en tiempo real. Al final resultan una camada de políticos incompetentes y dirigentes bribones, que han desangrado al pueblo, los cuales no permiten la presión popular sobre ellos, utilizan la fuerza para su beneficio y para perpetuarse en el poder.
Ya el pueblo tiene teléfonos celulares, las redes e internet, y no saben cómo desmentir, entonces por decir la realidad que hay hambre se vuelven fieras enemigas contra a todo aquel que los denuncias.
La dictadura le teme a las redes sociales y cuando utilizan los medios establecidos no son muy aceptados por los ciudadanos ya cansados de discursos con lo mismo, cargados de consignas.
Ya el pueblo va buscando la noticia y las denuncias en las redes. La época de los engaños ha pasado de moda, engañas un día o un año, como dice el escritor Bertol Brech, puede suceder, pero no toda una vida.
La realidad es que la situación es muy preocupante, y tratan de callar a la gente indignada, a la fuerza con sus tropas preparadas contra indefensos, de modo que pretenden presionar e intimidar para que nadie exprese los problemas que afectan al país.
Publicado originalmente en la edición 156 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano