Artemisa, 15 de diciembre, (ICLEP). Los alimentos racionados por el Estado cubano no cuentan, en muchos casos con la calidad mínima en su producción, almacenamiento y distribución. Un ejempo de ello ocurrió a mediados de diciembre, cuando el pan que se distribuye en la canasta básica en la bodega La Cubana, tenía fuerte hedor a cucaracha, por lo que fue rechazado por la mayoría de los consumidores.

Las personas reunidas en el establecimiento comercial, ubicado en la calle 46 entre 17 y 19, no solo advirtieron en el pan el tufo a cucaracha, sino que el alimento estaba agrio y se desmoronaba al partirlo.

Esta última situación algunos la atribuyen a la falta de aceite. Anisleydis Centelles Ramos declaró a Majadero de Artemisa que ella pidió al bodeguero, Osmanis Carpio Urra, que le cambiara el pan, a lo que este respondió: “Todos los trajeron así de la panadería La Parra”.

La residente en la calle 19 No. 401, Gisela Benítez Martínez, agregó este jueves a lo dicho por Centelles Ramos que se trata de una cadena, donde “la asquerosidad del pan que le venden al pueblo comienza en la panadería, prosigue en el traslado y concluye en la bodega”, en donde permanece destapado y cubierto de moscas.

Igualmente, Jesús Molina Alonso, otro consumidor registrado en La Cubana, expresó a Majadero de Artemisa que ha sido testigo de la falta de higiene en el traslado del pan hasta la bodega, a la cual llega “destapado y cogiendo polvo por todo el camino”.

De las 32 personas que desde tempano esperaban el arribo del pan para el desayuno, solo siete aceptaron el alimento.

Publicado originalmente en la edición 183 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa.