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Por la periodista ciudadana Laritza Contreras
Jan 11, 2024 | 10:00 AM
El recién finalizado VII Pleno del partido, desarrollado en La Habana, entre el 15 y 19 de diciembre, se convirtió en el nuevo escenario para otra de las farsas del régimen cubano. Lejos de presentar un 2024 diferente al año que finaliza, pidieron más "resistencia creativa" y prometieron nuevas medidas restrictivas.
En un país al borde del colapso económico, la alta dirigencia del régimen se reunió solo para dejar claro que no abandonará el poder y que el 2024 no traerá cambio para los cubanos. En un discurso vano, amañado y carente de objetividad, el régimen centró sus análisis en dos ideas básicas: fortalecer más el papel del Partido Comunista y pedir resistencia al pueblo cubano.
La mayoría de las intervenciones estuvieron dirigidas a dejar en claro que no se aceptará ningún otro partido en la Isla, y a justificar una vez más la incompetencia de la gestión gubernamental con el bloqueo.
Usando la tradicional estrategia de culpar a otros por los errores de casa el régimen culpó del descalabro socioeconómico a las supuestas "campañas del enemigo" que buscan demostrar que el proyecto socialista no tiene perspectivas y a la manipulación en las redes de temas sociales que intentan desvirtuar al impacto del bloqueo en la vida del país y contraponer las formas de gestión no estatal al Socialismo.
Durante el cónclave oficialista se abordaron la puesta en práctica de 16 proyectos, de ellos ninguno habla de mejoras económicas para el pueblo cubano, todos se centran en el fortalecimiento del papel del Partido Comunista, el trabajo político ideológico, el fortalecimiento del marxismo y la comunicación política, entre otros.
Una mirada detenida muestra realmente que no está en la política del régimen ninguna mejora, solo promesas y como único objetivo el de fortalecer el aparato político que les garantice mantenerse en el poder. Esto es lo que algunos analistas fuera de Cuba ha llamado una muestra mas de la violencia del régimen.
La propuesta de lograr un partido cada vez más democrático, en el que se profundicen los debates de los problemas de la sociedad, resulta ser una burla total. En una sociedad donde existe un solo partido político hablar de democracia política es una afrenta y una burla de mal gusto.
Como cierre a la farsa oficialista las palabras de Miguel Díaz- Canel rompieron cualquier expectativa de mejoras. Al comunicar un nuevo paquete de medidas a implementar, el puesto a dedos dejó claro que el 2024 será un año de más limitaciones y carencias para los cubanos.
Publicado originalmente en la edición 171 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano