En la tarde del 17 de abril la líder de las Damas de Blanco Berta Soler y su esposo, el expreso político Ángel Moya, fueron detenidos arbitrariamente. Tras más de 24 horas en paradero desconocido trascendió que ambos fueron excarcelados el viernes, pero la Seguridad del Estado los mantiene bajo arresto domiciliario, sin poderse comunicar con el exterior y con un fuerte operativo policial en los alrededores de la sede de la organización.

De acuerdo con la información ofrecida por Moya al medio independiente Cubanet,“fueron arrestados por la policía política este jueves entre la 1:00 p.m. y las 2:00 p.m. en la Virgen del Camino, municipio San Miguel del Padrón, La Habana. Moya fue trasladado a la unidad policial de Guanabacoa, y Soler, a la del Cotorro”.

Moya agregó que los oficiales les informaron que se encontraban bajo investigación por “atentar contra el orden constitucional y contra la soberanía y la independencia de Cuba” por reunirse con funcionarios diplomáticos, sin especificar a quiénes se referían.

El pasado domingo Berta pudo acudir a misa sin ser detenida, justamente gracias a la compañía del Sr. Mike Hammer, encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos en La Habana, quien acudió hasta la sede de las Damas de Blanco en Lawton para recoger a la activista en su auto y acompañarla a la iglesia. A su regreso represores de la Seguridad del Estado estaban apostados en el lugar grabando todo lo que acontecía.

Durante el arresto, según Moya, las autoridades les quitaron sus teléfonos celulares y líneas telefónicas por lo que ambos se encuentran incomunicados. También les informaron que debido al “proceso investigativo” en su contra están bajo “arresto domiciliario”, decisión que ambos se niegan a acatar “porque la sede de las Damas de Blanco no es calabozo”, dijo el expreso político a Cubanet.

Desde marzo pasado el régimen inició un fuerte acoso y hostigamiento contra las Damas de Blanco en varias localidades del país, sometiéndolas a amenazas y detenciones arbitrarias cada domingo que pretenden acudir a misa a rezar por la libertad de los presos políticos en Cuba.