Santa Clara, Cuba (ICLEP). Luis Pérez Ramos y María Gómez Orta, dos ancianos enfermos que viven solos y en situación de pobreza en el poblado de San Antonio, no reciben ayuda de las autoridades. El señor Pérez Ramos le informó al ICLEP, que él y su esposa solo cuentan con una pensión de 850 pesos cubanos y que no están incluidos en el grupo de personas consideradas vulnerables.

“Trabajé por más de 20 años en una brigada de construcción del ferrocarril, hasta que en el año 2001 sufrí un grave accidente laboral por el que decidieron jubilarme. Estuve algunos años ganando 148 pesos y después del Reordenamiento me subieron a 850 pesos, con eso nos estamos muriendo de hambre”, aseguró.

La señora Gómez Orta, le dijo a nuestro medio, que al ser diabética y presentar una insuficiencia cardiaca, necesita de medicamentos que en la actualidad se encuentran en falta en las farmacias y que sólo en el mercado informal puede conseguir.

“Hace unos cuatro años le solicité a la trabajadora social que atendía la zona donde vivimos, que me facilitara un documento avalando nuestra situación para que me dieran una pensión o algún tipo de ayuda, lamentablemente se fue del país y todo quedó pendiente”, refirió.

Víctor Conde, funcionario del Consejo Popular Universidad, le aclaró a nuestro medio, que la zona donde residen los ancianos es considerada rural y que por el momento no cuentan con trabajadores sociales para su supervisión. “Es una realidad que hay muchas personas que se encuentran desatendidas porque no tenemos personal suficiente”, indicó.

Publicado originalmente en la edición 109  del medio de comunicación comunitario del ICLEP,  Páginas Villareñas.