La Habana, Cuba - La contaminación en la Bahía de La Habana continúa ganando espacio por días, contrario a lo que pregona la maquinaria propagandística del régimen cubano.

Fragmentos de todo tipo de desechos y manchas de combustibles por los derrames de barcos e industrias, flotan de manera habitual en la rada habanera.

Los proyectos de limpieza que se llevaban a cabo para limpiarla, hoy ralentizados, parecen no surtir efectos. Tampoco ha tenido el impacto esperado las obras que se ejecutaban para reanimar el entorno.

“Da vergüenza pasar por aquí y ver está cochinada. No es solo el petróleo, sino también la cantidad de pomos plásticos y otros desechos lanzados al mar”, afirmó el capitalino residente en La Habana Vieja, Mario Larramendi Esquivel.

Aunque el periodo pandémico de la Covid-19 pospuso algunos de los proyectos, la falta de responsabilidad de las autoridades condujo a una regresión de lo poco que se había avanzado en su limpieza.

El operario de grúa en la zona del puerto de La Habana, Ciro Oseguera Fernández, habló sobre su escepticismo respecto a la reanimación “tan cacareada” de la bahía. “Esta gente lo empiezan todo con alarde y después lo dejan por la mitad”, añadió.

Por su parte, Digna Tejera Ramos, funcionaria del Grupo de Trabajo Estatal de la Bahía de La Habana, encargado de la limpieza de la bahía, entre otras funciones, dijo a este medio que la pandemia “se le había atravesado en el medio” a los trabajos de limpieza y reanimación, pero que no se perdía la esperanza de “retomar el ritmo que se llevaba en los trabajos”.

No se espera a corto o mediano plazo un viraje en la situación de la Bahía de La Habana; lo contrario estaría sujeto a detener una serie de industrias, precio económico que el régimen no está dispuesto a pagar.

Publicado originalmente en la edición 198 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero.