Sancti Spíritus, Cuba. Colapsa la actividad ganadera en el municipio de Taguasco, como resultado de la falta de control sobre la masa vacuna, escasa estimulación e incumplimiento de contratos con los productores lecheros. La pérdida de 200 novillas, de un total de 800 registradas en la Empresa Ganadera municipal, y más de 300 vacas en producción, cuyo destino se desconoce, unido a la poca estimulación y los incumplimientos de los contratos de compra-venta de leche, por parte de la Empresa Láctea Provincial, han provocado la crisis total de esta actividad económica en este territorio.

Eduardo Sicilia, periodista oficial de Radio Sancti Spíritus, en una reciente intervención en el programa “Como lo Oyes”, de la radio provincial, aseguró que a la Empresa Pecuaria de Taguasco le ha faltado control sobre la masa ganadera, lo que ha favorecido las pérdidas de varias cabezas de ganado, y un descenso de la producción de leche en más de un 50%.

La poca atención y estimula a los productores de leche, y los atrasos en los pagos, según refirió Sicilia, han ocasionado que de 60 ganaderos vinculados a esta actividad, solo queden activos 10, viéndose obligada dicha entidad a contratar 372 vacas, a fin de garantizar el consumo municipal. “La situación que hoy tiene la ganadería en el municipio es compleja.

La empresa no puede garantizar el acopio de toda la leche que se necesita en el municipio, por lo que hemos tenido que contratar vacas con campesinos particulares y Cooperativas”, aseguró al medio, Filiberto Gutiérrez Coba, Jefe de Producción de la Empresa Ganadera Municipal. “No se puede ser ganadero en este municipio, pues no te dan ningún recurso y para colmo entregas la leche y el lácteo se pasa hasta dos meses para pagarte”, aseguró Guillermo Luna, campesino local. Como agravante esta empresa, tiene una deuda por impagos con varias entidades de la provincia, la cual no le permite destinar recursos para reanimar la ganadería local.

Publicado originalmente en la edición 152 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano