Pinar del Río, Cuba, (ICLEP). El nivel de mendicidad ha aumentado en la provincia debido a la necesidad por la que está atravesando la población, sobre todo los ancianos, pues muchos no tienen pensión y no pueden trabajar para ganarse la vida. La terminal de ómnibus es uno de los lugares donde más radican los mendicantes, así aprovechan el tráfico de personas para pedir limosnas y poder comprar cualquier alimento; la dictadura por su parte no hace nada para cambiar esta situación, a pesar de que en este país supuestamente existe un programa de seguridad social que ampara a los más necesitados.

El medio entrevistó al mendigo identificado como Pedrito, porque según dice no recuerda sus apellidos, y declaró: “No tengo otra opción que salir a las calles a pedir limosnas. Todos los días no puedo comer porque la gente me da pocas veces, pero de vez en cuando me como un pancito”. De acuerdo con Pedrito, las personas se quitan lo que están comiendo para dárselo y en ocasiones es tanto el hambre que tiene que no se mide y lo acepta. “Lo peor que le pueda pasar a una persona es no tener familia que lo ayude y vivir en un gobierno que abandona a los que necesitan”, añadió. Por su parte, la trabajadora social Thaidy La Rosa Herrera Pérez, comentó a Panorama:

“Los mendigos de la calle están así porque no se dejan ayudar, eso ya no es nuestra responsabilidad, están así porque quieren”. La realidad demuestra que, en Cuba, un país donde la dictadura se vanagloria de sus logros, hay una gran cantidad de mendigos al igual que en países fuertemente criticados por el propio régimen.

Publicado originalmente en la edición 252 del medio de comunicación comunitario del ICLEP,  Panorama Pinareño