La Habana, Cuba, (ICLEP). Las aceras del municipio 10 de Octubre no escapan a la catástrofe a que están sometidas estas vías en la capital cubana, debido al abandono sistémico del régimen. El tramo de acera comprendido entre la Calzada de Luyanó y Manuel Pruna es un ejemplo vivo de esta destrucción; apenas se puede transitar por el lugar, menos aún en horas nocturnas.

Roger Leyva Amorós, capitalino que tiene domicilio en la calle Encarnación, dijo a reporteros de Amanecer Habanero que en ocasiones caminar por las aceras es un dolor de cabeza y “si uno anda con una persona mayor tiene que estarla aguantando para evitar que se caiga”. “Las aceras están desbaratadas”, aseguró.

Ada Ferreiro Peñalver, anciana de 81 años que reside en la calle Delicias, declaró al boletín: “Yo cuando quiero salir espero a que algún vecino o alguien de la casa me acompañe. Me da miedo caerme por la cantidad de huecos que tienen las aceras. Una vieja con miedo, en este país”.

También el jubilado Yuniel Castellón Rodríguez, vecino de la calle Fábrica, refirió a este medio que ya la gente acepta el abandono del régimen como algo natural. Según José Eduardo Fernández Carranza, especialista de departamento de inversiones del Grupo Empresarial de las Construcciones de La Habana (GECAL), “es muy difícil” que puedan realizar trabajos de reparación en estos momentos, “debido al déficit de materiales”.

Publicado originalmente en la edición 226 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero.