Artemisa, Cuba, (ICLEP). Divergencias entre los empleados de la bodega conocida como El Pre y la dirección de Comercio municipal, que dificultaron las acciones de protección de la tienda previas al arribo de Rafael, terminaron por hacer añicos todos los cristales de puertas y ventanas del comercio.

La cristalería no fue protegida. Los empleados no tenían cinta adhesiva y la empresa tampoco. En el mercado negro un cilindro mediano del material cuesta más de 1 000 pesos. Los pedidos de los funcionarios para que los empleados asumieran el costo de la cinta no fructificaron.

A la fecha, no se conoce la magnitud exacta del daño ocasionado por este desacuerdo entre actores estatales. Según se supo, hoy todavía no se tiene número exacto de los productos húmedos en malas condiciones. “Ustedes saben lo que pasa, aquí hay una sola razón: que la empresa Comercio asumió lo que sabe todo el mundo, lo que es un secreto a voces y que nunca nadie ha podido ponerle el cascabel al gato.

Publicado originalmente en la edición 228 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa

Se supone que los bodegueros hacen dinero robándole a la gente en el pesaje”, declaró al boletín el joven Yuri González Torres, vecino del reparto Toledo. Los intentos de los reporteros de El Majadero de Artemisa por obtener declaraciones de algunos de los tres empleados de la bodega El Pre no arrojaron resultados positivos.