Pinar del Río, Cuba - Debido al disfuncional programa de ayuda social de la dictadura persiste en el municipio pinareño un gran número de familias que viven bajo condiciones de necesidad extrema.

La dictadura se comprometió a proteger a aquellas personas que, por sus condiciones de vulnerabilidad, enfermedad, discapacidad, edad, entre otras, no pueden valerse por sí solas, sin embargo, la realidad solo muestra desamparo y un mal manejo de los recursos asignados al programa de subsidios.

Actualmente muchas de estas personas viven en casas que presentan muy malas condiciones habitacionales, donde se mojan cuando llueve, entra el aire cuando hace frío y que en cualquier momento pueden terminar destruyéndose y caer encima del que se encuentre dentro, considerándose una gran amenaza para la vida.

La mayoría de estas personas no tienen ni siquiera un baño donde hacer las necesidades ni una cama donde dormir, viven de la caridad humana y sin esperanzas de mejorar ya que la dictadura ha olvidado las promesar de ayuda que les realizó.

Sobre esta situación, la pinareña Odalys Careaga afirmó que, “soy madre de cuatro niños y uno de ellos discapacitado y a mí el bienestar social no me ayuda en nada, mi casa se me está cayendo arriba y por aquí nadie se ha asomado, en este país se vive de bla bla bla y más nada”.

Añadió que, “me he dirigido por más de cuatro veces a la Dirección de Vivienda, pero ahí solo me dicen que tengo que tener paciencia que hay casos más críticos que el mío, para mí que me está peloteando”.

El fracaso de los trabajadores sociales es evidente en la provincia, donde hasta la construcción de subsidios se encuentra detenida por la supuesta carencia de materiales de la construcción, mientras la dictadura continúa invirtiendo en hoteles de lujo para el turismo.

Publicado originalmente en la edición 240 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Panorama Pinareño.