Sancti Spíritus, Cuba- Pável Alberto Rodríguez Nápoles, militante del Foro Antitotalitario Unido (FANTU), fue condenado el 16 de octubre de 2023 a cinco años de privación de libertad por los supuestos delitos de Atentado, Desórdenes públicos y Desacato. El fallo le fue notificado el pasado viernes al opositor, quien se encuentra recluido desde el mes de mayo en la cárcel de máxima seguridad Nieves Morejón, en el municipio de Cabaiguán.  

En la sentencia 39-2023-1088-3299, a la cual tuvo acceso el Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP), Rodríguez Nápoles es acusado por salir a las calles de Sancti Spíritus en la noche del 15 de abril de 2023, supuestamente armado con un machete y un sable y en estado de embriaguez, gritando “Patria y Vida”, otras consignas antigubernamentales y pidiendo el cese de los apagones.

Los jueces Lianet Palmero Román, Andrés Guzmán Esponda y Pedro Benítez Romero, del Tribunal Municipal Popular de Sancti Spíritus, dieron por ciertos y asumieron como principales evidencias condenatorias los testimonios de los oficiales de policía que practicaron el arresto, quienes afirmaron además que el acusado golpeó con el machete la puerta del cabildo sito en la barriada Jesús María y que se resistió a la detención.

Sin embargo, en una llamada desde la prisión luego de conocer la sentencia, Rodríguez Nápoles calificó el juicio de “farsa” y dijo que era “totalmente falso” tanto la portación de las armas blancas como que estuviera alcoholizado en el momento del hecho. Atribuyó estas acusaciones al capitán Denys Rey Medina Santos, instructor de la Seguridad del Estado que lo interrogó durante los 23 días que estuvo prisionero en el Vivac de Sancti Spíritus luego de su detención y antes de ser trasladado a Nieves Morejón.

Aunque en la sentencia se consigna que tanto el machete como el sable se encuentran depositados en el almacén de armamentos de la Delegación Provincial del Ministerio del Interior y se asume como cierto que fueron empleados por el acusado, Rodríguez Nápoles no resultó condenado por el delito de Portación y tenencia ilegal de armas o explosivos que inicialmente se le imputaba. En el documento también se observan otras inconsistencias respecto a declaraciones de testigos que favorecían al implicado y que fueron desechadas por los jueces.

Desde la prisión, Rodríguez Nápoles dijo que no se arrepentía de salir a la calle a gritar consignas antigubernamentales y que estaba orgulloso de haberlo hecho de manera pública, sin esconderse. Reafirmó, además, que a pesar de su encierro seguiría enfrentando a la dictadura cubana.