El basurero ubicado detrás del cementerio local, que había permanecido varias semanas con bajos niveles de desperdicios, vuelve a mostrar altos indicadores de insalubridad, esta vez con más fuerza, a causa de la dejadez de la empresa estatal Servicios Comunales. Con anterioridad, la limpieza del basural cercano al camposanto, ubicado en la calle 50 final, había sido consecuencia de un número de publicaciones en redes sociales y medios independientes, que pusieron en blanco y negro el mal que causaba el vertedero a la comunidad aledaña.

Apuntan los vecinos consultados por este medio informativo, que en esta ocasión no solo los desperdicios se extienden por casi dos cuadras, sino que ahora la peste ha regresado con potencia redoblada.

“Lo que hicieron esta gente de Comunales, presionados por las denuncias, fue limpiar el lugar para matar la jugada; pero después se desentendieron de su deber. El accionar de esta empresa, como todo lo estatal, no responde a una labor sistémica, sino a tapar huecos”, comentó a El Majadero el jubilado Fermín Urquiola, domiciliado en la calle 50.

Raícela de la Cruz Oquendo, cuentapropista residente en las proximidades del camposanto, calle 50, contó a los corresponsales sobre sus noches de insomnio a consecuencia del hedor que emana el basurero. “Es como dormir con toda esa basura dentro de la casa”, agregó.

El jefe de brigada de Comunales, Raico Menéndez Matos, dijo a los reporteros: “Todos critican, pero nadie imagina la situación difícil por la que está atravesando la empresa. No tenemos de nada, ni combustible; aun así, hacemos lo que podemos”.

Publicado originalmente en la edición 220 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa