Sancti Spíritus, Cuba (ICLEP). Los habitantes de la comunidad del Camino de Santa Cruz, en el Consejo Popular Kilo 12, sufren las molestias ocasionadas por los ruidos nocturnos provenientes de la villa turística Los Laureles. Esta villa, que forma parte de la corporación Isla Azul, ofrece servicios de discoteca tanto a sus huéspedes como a la población local los lunes por la noche.

Las actividades suelen extenderse hasta las dos o tres de la madrugada, afectando el descanso de los residentes, quienes no pueden dormir debido a los altos niveles de sonido. De acuerdo con la Norma Cubana para Ruidos y Vibraciones, aprobada en mayo de 2011, el valor máximo permitido para la emisión de ruidos en bares y discotecas es de 70 decibelios, y de 66 decibelios durante la noche, valores que habitualmente se sobrepasan con la música en esta villa.

"Desde las ocho de la noche hasta las dos o tres de la madrugada ponen la música tan alta que parece que la tienes dentro de la casa, y no puedes dormir. Mi hija, que vive conmigo y tiene un bebé de dos años, tiene que esperar a que se acabe la fiesta para poder dormirlo", confesó Margarita Miranda Cruz, residente en el barrio de Santa Cruz.

En declaraciones al medio de Carlos Luis Vargas, trabajador de Los Laureles, aseguró que ya al administrador de la villa le llamarón la atención del gobierno por las quejas que han puesto los vecinos. Carmen Barreto Meneses, especialista del CITMA en el municipio, explicó: "La ley 82/ 1997 de Medio Ambiente en su artículo 147 prohíbe emitir ruidos o sonidos que puedan afectar la salud humana y esos ruidos de los Laureles son una violación de esta ley". Esta situación de contaminación acústica que ha sido denunciada en otras ediciones de El Espirituano.

Publicado originalmente en la edición 193 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano