La Habana, (ICLEP), Cuba. La playa Bacuranao, situada al este de la capital cubana y lugar de recreo de las familias cubanas que por cuestiones económicas no pueden llevar a sus hijos a Varadero, atraviesa un proceso acelerado de decadencia.

El puente peatonal que une a la playa con el río, del mismo nombre que el balneario, está roto. En la rivera las olas juguetean con otro mar de desechos sólidos y el mal olor por la basura acumulada es otro de los problemas reinantes.

Reporteros de Amanecer Habanero recogieron este sábado 15 de abril en las proximidades del popular balneario, enclavado en el municipio Habana del Este, la opinión de varios capitalinos al respecto. “Para comprender lo que sucede, primero puedo decirle que esto no es para extranjeros, sino para la gente de abajo; y un mataperros no produce dólares”, declaró Beatriz Morejón Dávila, vecina de la calle Rayo, en Centro Habana.

Yanet Fonseca Díaz, residente en Calzada de Güines, en el municipio San Miguel del Padrón, expresó que el puente “está lleno de huecos”, además de que “uno tiene que ir caminando desde la última parada del P-11 hasta la playa”.

Otro de los temas denunciado por los capitalinos hace hincapié en el pésimo ambiente social que se genera en el sitio, principalmente los fines de semana, resultado de la ausencia de agentes del orden. “No hay un policía. No se puede llevar a los niños por la cantidad de borrachos y broncas”, apuntó Eduardo Fernández Carranza, domiciliado en la calle 162 entre 3ra. a y 3ra. b, en Habana del Este.

Por su parte, Oneida Guerrero Menéndez, funcionaria del Gobierno en ese municipio, dijo a este medio que se tiene previsto realizar actividades de conjunto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente para el mejoramiento de la playa.

Publicado originalmente en la edición 212 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero.