La Habana, Cuba - Las autoridades penitenciarias cubanas retrasaron por seis meses, el cambio de medida a régimen de menor severidad de la prisionera política Sayli Navarro, quien se encuentra recluida en la prisión de mujeres La Bellotex, en la provincia de Matanzas.

“La semana pasada, la directora del penal la Bellotex de Matanzas, donde se encuentra Sayli, la llevó a su oficina para hacerle saber que por las indisciplinas que había cometido, que no son otras que un ayuno en recordación de las protestas del 11 de julio [11J] y por las denuncias que ha estado haciendo desde la prisión, decidieron suspenderle por seis meses el progreso de régimen” informó Sonia Álvarez Campillo, madre de Saylí, en un audio al que tuvo acceso Martí Noticias.

Navarro, condenada a ocho años de cárcel, fue sancionada por los supuestos cargos de "desacato”, “desórdenes públicos” e “instigación a delinquir", por presentarse junto a su padre en la unidad de la Policía Nacional Revolucionaria de su localidad de residencia con la intención de indagar por el paradero de los arrestados en la protesta del 11J en el municipio Perico, en la provincia de Matanzas.

“La segunda medida que tomaron ha sido una amonestación privada, la cual estoy haciendo pública ante tal impunidad y abuso", dijo Álvarez Campillo.

Otras prisioneras políticas como Tania Echeverría y Sissi Abascal, todas miembros de la organización opositora Damas de Blanco, participaron junto a Navarro en la jornada de ayuno.

Echeverría, fue acusada por los delitos de "desacato" y "desórdenes públicos", mientras Abascal, por los cargos de "desacato", "atentado" y "desórdenes públicos", Ambas, cumple sanción de seis años de privación de libertad, también por su participación en las protestas del 11J en el municipio de Jovellanos.

Sayli, hija del, también, preso político Félix Navarro, líder del Partido por la Democracia Pedro Luis Boitel (PDPLB), se ha negado a ser excarcelada a cambio del exilio de manera forzosa.

Recientemente, en mayo, la organización no gubernamental Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), con sede en Buenos Aires, Argentina, nominó a la activista al Premio Internacional al Coraje y la Responsabilidad, que otorga la organización checa Forum 2000.