La Habana, Cuba - La corrupción en el sistema de farmacias de la ciudad continúa siendo uno de los hechos que más golpea a los capitalinos que, sin otro recurso, tienen que recurrir al mercado negro para poder adquirir los medicamentos.

Milagro Mejías Sandoval, manifestó a Amanecer Habanero, en las afueras de la farmacia ubicada en 41 y 98, en el municipio Marianao, que, de acuerdo con las carencias y las necesidades de los cubanos, son pocas las cantidades de medicamentos que ingresan por los aeropuertos.

“Me encuentro gente todos los días que me aseguran que los medicamentos que compran en la calle provienen de la misma farmacia, de donde salen de manera ilegal con la componenda de dependientes, personal administrativo e, incluso, guardias de seguridad”, acotó Mejías Sandoval.

El joven de 32 años Alexander Cuervo Suárez, quien hacía la cola en la misma farmacia antes mencionada en busca de los medicamentos que necesita su abuela, afirmó que él mismo ha sido víctima de la corrupción.

“Ya no se cuidan. Aquí mismo no hay amlodipino y afuera hay varias personas que lo están vendiendo a 200 pesos el blíster. ¿De dónde sale eso?”, añadió Cuervo Suárez.

De acuerdo con Marcos Agüero Tamayo, funcionario de la Dirección de Supervisión de la Empresa Provincial de Farmacias, cuando se descubre un caso de corrupción se destituye automáticamente a los implicados.

A la fecha, la política del régimen de remover a empleados, incluso de cambiar a los administradores tres o cuatro veces en el mes, no ha dado resultado. “La corrupción”, según opinó el capitalino Joyce Domínguez del Río, “ha hecho metástasis”.

Publicado originalmente en la edición 200 del medio de comunicación comunitario de ICLEP, Amanecer Habanero.