Pinar del Río, Cuba - Desvíos de mercancía, facturas adulteradas y descontrol absoluto fueron los factores encontrados en la auditoría realizada a la procesadora de la pesca tras varios anónimos enviados al gobierno provincial por trabajadores de la entidad, lo que destapó la corrupción y la improductividad de este centro.

Esta empresa encargada del procesamiento del pescado y perteneciente a la industria pesquera (PESCARIO) almacena, procesa y distribuye en la provincia el pescado y sus derivados tanto de agua dulce como del mar.

Esta empresa venía presentando serios problemas de improductividad y falta de abastecimiento a las unidades de base de comercio y otras entidades que tenían contratos de compra vinculados a la procesadora.

“Últimamente no se recibía ni croquetas, ni picadillo, ni medallones de pescado que eran los productos que más se estaban comercializando, siempre nos dijeron que existían problemas en la línea de producción, pero se violaron los contratos y la cosa era otra, era que estaban sacando los productos por la izquierda”, aseguró el administrador de la carnicería especializada de comercio La Rosa, Rafael Gómez.

Por otro lado, un testigo cercano a la procesadora identificado como Manuel Ortiz afirmó que “yo desde hace rato veía como sacaban por la cerca cajas y cajas de mercancía, eso era como mínimo tres veces en la semana, yo sabía que eso estaba al explotar porque ya era mucho”.

Entre los implicados se encontraban el jefe de la línea de producción, el almacenero, un jefe de turno, dos trabajadores y un custodio de la entidad.

El medio no logró conseguir una entrevista con el exdirector de la unidad el cual a pesar de no estar vinculado directamente a los hechos fue sancionado con la separación definitiva de su puesto debido al descontrol que tenía sobre la producción lo que permitió el desvío de la mercancía.

Publicado originalmente en la edición 221 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Panorama Pinareño.