Colón, Matanzas, Cuba - Ante el alto número de pacientes y acompañantes que se encuentran en el hospital Mario Muñoz Monroy debido al brote de dengue existente en el municipio Colón, los conflictos entre guardias de seguridad y familiares de los ingresados se ha intensificado.

El 20 de julio no cesaban las disputas en la puerta de acceso a las salas de ingreso, ya que las tradicionales visitas fueron eliminadas como parte de una serie de medidas puestas en práctica durante la pandemia de la COVID 19 y que el centro hospitalario retomó a raíz del azote del dengue.

“La gente nos hecha siempre la culpa, los horarios de visita y cambio de pase para los acompañantes son por la tarde de una a dos, el jefe de Seguridad si ve muchas personas en la puerta de acceso a las salas te bota y si sale una sola grabación del hospital te buscas tremenda candela”, expresó un custodio bajo condición de anonimato.

Celina Suárez, madre de un niño de cinco años ingresado por dengue, manifestó que “esto es una odisea, pues hay que estar suplicándoles a los custodios para que te dejen entrar y salir”.

“Los custodios no te pueden ver con un teléfono en la mano porque enseguida llaman a la policía del hospital, no tienen cómo garantizar lo más mínimo y se ponen en esa bobería”, añadió.

Para los familiares que residen en municipios distantes, la carencia de transporte constituye un contratiempo para poder arribar a la institución sanitaria en el horario establecido.

Una vez dentro del hospital, en el cual existe una carencia abismal de insumos médicos y cuya cafetería carece de ofertas gastronómicas, los acompañantes tienen que depender de la “buena voluntad” de los custodios para poder entrar o salir, incluso con posesión de tarjetas de pases.

Publicado originalmente en la edición 179 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Cocodrilo Callejero.