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Por la periodista ciudadana Yamileth Pardo García
Jul 29, 2024 | 10:00 AM
La Habana, Cuba, (ICLEP). El auge acelerado de la presencia de puestos de venta de medicamentos en la vía pública, en coincidencia con el desabastecimiento casi absoluto en las farmacias estatales, se ha convertido en algo común y corriente en la capital cubana. La impunidad del ejercicio, catalogado por las autoridades como venta ilegal de medicamentos y que tiempos atrás ha sido objeto de operativos policiales con show televisivo incluido, viene dada por la incapacidad del régimen de abastecer sus dependencias de este tipo.
Un ejemplo notorio de la actividad: las calles de la comunidad La Cuevita y la zona del Puente de 100 y Boyeros; por solo traer a colación dos de los sitios más significativos, aunque en la capital abundan muchos más lugares con similares características.
En las farmacias callejeras, donde existen una especie de mercados al aire libre, es fácil adquirir cualquier medicina importada o de producción nacional; incluso, hasta kits de cirugía. Leonor Piña Iturbide, jubilada residente en la calle 314 entre 166 y 168, en el municipio La Lisa, confirmó a los corresponsales que “en las farmacias de la calle” hay de todo.
“Hay hasta dipirona que yo creo que hace más de un año no entra a la farmacia”. Santiago Godín Alonso, jefe de control interno en la Empresa Provincial de Farmacias, dijo a Amanecer: “Esos medicamentos son importados para uso personal, pero los malignos se aprovechan y le dan uso comercial. Lo que si les puedo asegurar es que en nuestra empresa hay un riguroso plan para el enfrentamiento al delito. De aquí no son los fármacos”.
Publicado originalmente en la edición 241 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero