A 12 días de huelga de hambre, el estado de salud de José Daniel Ferrer y otros huelguistas de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) se deteriora a causa del prolongado ayuno, mientras crece la solidaridad mundial con los manifestantes, que demandan el cese de la represión.

Ferrer sufre de "fuertes dolores", dijo este miércoles en Twitter su esposa, la doctora y también activista Nelva Ismarays Ortega Tamayo.

El martes, con la voz apagada por el deterioro físico, el opositor ofreció declaraciones sobre el informe de la situación de los Derechos Humanos en Cuba del Departamento de Estado de EEUU. "Me parece muy completo, abarcador, efectivo", dijo.

El informe, añadió, recoge las violaciones a la libertad de expresión, reunión, y asociación, las detenciones arbitrarias, golpizas, acoso policial y otros desmanes de la policía política contra los activistas de derechos humanos en la isla.

En medio de la huelga, la Seguridad del Estado ha colocado cámaras de vigilancia en varios puntos del barrio de Altamira, donde se encuentra enclavada la sede de UNPACU; ha cortado el servicio eléctrico y bloqueado de forma intermitente la conexión telefónica e internet.

En respuesta, Santiago de Cuba se ha llenado de carteles en solidaridad con los huelguistas. Amanecen en puentes, postes eléctricos y muros de la ciudad, como muestra un video publicado en las redes sociales por el líder de UNPACU.

Ferrer y otros 55 opositores se mantienen en huelga de hambre desde hace casi dos semanas para exigir al régimen cubano el fin de las violentas detenciones, y del cerco policial que impide la entrada de personas necesitadas a la sede de UNPACU, a donde acuden en busca de alimentos y atención médica.

Cortesía Radio y Televisión Martí