El Banco Central de Cuba restringió notablemente la cantidad de efectivo en Moneda Nacional que las empresas privadas pueden retirar de sus cuentas bancarias cada mes, lo que pone en jaque la importación de alimentos en medio de la actual escasez que se vive en la isla. Por tanto, las empresas privadas cubanas sólo podrán retirar una cantidad mínima de efectivo de 5 000 pesos cubanos para pagos relacionados con bienes y servicios contratados.

Las operaciones que superen dicha cifra se realizarán por los canales electrónicos de pago. En los cajeros sólo se podrán usar tarjetas asociadas a pensiones, cuentas de ahorro, salarios, en fin, de personas naturales.

Esto demuestra claramente la falta de efectivo en los bancos, la falta de conectividad, los cortes eléctricos frecuentes y el caos de los cajeros fuera de servicio, lo cual siempre ha sido tedioso para la población, pues en ocasiones hay que esperar hasta tres horas por la cantidad de personas que hay.

En meses anteriores los trabajadores de Educación junto con los de otros sectores han cobrado sus salarios en billetes de cinco pesos, lo que evidencia que el régimen estaba destinando las reservas a este tipo de operaciones. A partir del mes de septiembre Educación también cobrará por tarjetas.

Para las Mipymes autorizadas hace apenas dos años esta noticia no fue nada agradable, pues ahora tendrán que realizar todas sus operaciones de manera electrónica. Este tipo de negocios requiere dólares para realizar sus importaciones y difícilmente pueden adquirirlos en el mercado oficial.

La solución no es inventar una nueva medida para contrarrestar otra, la solución está en que la dictadura ponga a disposición del pueblo la cantidad de efectivo, ya sea en moneda nacional o divisas que este necesite; pero eso nunca será posible pues al régimen le gusta tener el control de todo sin sacrificar nada.