Artemisa, Cuba, (ICLEP). P rosigue el desabastecimiento crónico en la farmacia piloto, la principal del territorio, pese a la promesa del primer ministro Manuel Marrero Cruz, que data de hace tres meses, de que a finales del año mejoraría la estabilidad en el suministro de los medicamentos.

El recibimiento a quienes llegan a las farmacias de la ciudad en busca de remedios para sus dolencias se reduce a estanterías vacías y mala cara de las empleadas, que deben repetir una y otra vez las mismas palabras: no hay. Josefina Duarte Castillo, artemiseña con afecciones cardíacas y residente en la calle Céspedes, dijo a los comunicadores de El Majadero que la gente va directo a la farmacia piloto, pues “si allí no hay, no hay en ningún otro lugar”.

La anciana Teresa Ordoñez Trujillo, quien vive en la calle 11, atestiguó al boletín la odisea semanal frente a las farmacias, en donde pasa la noche en la cola en espera del suministro, con la esperanza de hacerse de los medicamentos necesarios para prolongar su vida.

“Lo que les queda a los enfermos cubanos es batirse con los precios de los medicamentos en el mercado negro. Por cierto, la gente está incómoda con esto: no se entiende la abundancia de medicamentos de producción nacional en la calle, mientras esas mismas medicinas no están en las farmacias”, aseveró el ciudadano Evaristo Leyva Rivero, vecino de calle 50 C.

Según Yisel Batista García, empleada de la farmacia piloto, con respecto a la mejoría de los suministros no se sabe nada. “Se trata de un asunto a nivel de país. No es cuestión de la provincia y menos de la farmacia; y la gente sigue encima de nosotros”, agregó.

Publicado originalmente en la edición 206 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa