Artemisa, Cuba- Las autoridades de la prisión de máxima seguridad de Guanajay, en la provincia Artemisa, han vuelto a hostigar a los presos políticos Denis Hernández Ramírez y Manuel Díaz Rodríguez, con acciones que constituyen violaciones a su libertad de expresión.  

A inicios de noviembre, a ambos reclusos le fueron decomisados arbitrariamente un diccionario y un diario. Denis Hernández se comunicó telefónicamente con el activista Marcel Valdés y denunció lo ocurrido, aportando además el nombre del oficial de la Seguridad del Estado, Javier Rebozo Pérez, que ordenó la requisa.  

Esto molestó a las autoridades penitenciarias, que según informó hoy Marcel Valdés, llevaron a Hernández a una oficina donde le mostraron el video y le dijeron que le negarían los beneficios y el paso a régimen de menor severidad. Además, lo amenazaron con acusarlo de difamación y por exponer al oficial de la Seguridad del Estado.

A Manuel Díaz, conocido como “Manolo Manguera”, también lo amenazaron con cumplir toda la condena en el penal de máxima seguridad, sin derecho a campamento, que es como se le denomina al régimen de menor severidad en Cuba.

Junto a la multiplicidad de violaciones a las que son sometidos los reclusos en las cárceles cubanas, estos también son reprimidos si buscan la manera de denunciar a la opinión pública las arbitrariedades de las que son víctima, ante la inoperancia de los mecanismos oficiales para la preservación de la legalidad y la garantía de sus derechos.

Denis Hernández fue condenado a seis años de privación de libertad por su participación en las protestas populares del 11 de julio de 2021 en San Antonio de los Baños, Artemisa, y Manuel Díaz Rodríguez a cinco años por unirse a la manifestación de ese día en el municipio Bauta, de esa misma provincia.

El oficial de la Seguridad del Estado que orientó el decomiso de los textos, Javier Rebozo Pérez, tiene un amplio historial represivo en el territorio artemiseño. Existes reportes en la prensa independiente que lo identifican desde hace más de un década hostigando a miembros de la Asociación Jurídica Cubana y la Unión Patriótica de Cuba. En la actualidad es el encargado de reprimir a los presos políticos en el penal de Guanajay.