Cienfuegos, Cuba- El opositor Raúl González González fue detenido el pasado martes en su vivienda en la ciudad de Cienfuegos, por gritar consignas antigubernamentales luego de que su casa resultara vandalizada. Lo trasladaron a una unidad policial donde se declaró en huelga de hambre, le impusieron una multa de tres mil pesos y fue liberado dos días después bajo fianza debido al grave estado de salud en que se encontraba.

En la madrugada del 7 de noviembre, un joven bajo el efecto de pastillas e hijo de una ex dirigente de la Unión de Jóvenes Comunistas en el territorio, rompió las puertas de la vivienda de González, denunció este a través de una directa de Facebook.

Ante la inacción de la policía, el opositor miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) comenzó a gritar consignas antigubernamentales desde la puerta de su casa. Poco tiempo después se presentó en el lugar la jefa del sector policial, acompañada por otros oficiales con la orden de detenerlo. Su esposa Yaneisy Miranda también fue arrestada y agredida físicamente por intentar filmar la actuación de los represores.

Fueron trasladados a la 1ra estación de la Policía Nacional Revolucionaria, donde el jefe de unidad, teniente coronel Jesús, le dijo que estaba detenido, acusado de desórdenes públicos por manifestarse “contra los líderes de la Revolución”. Yaneisy Miranda fue liberada poco tiempo después.

Al ser conducido a la celda, González se declaró en huelga de hambre. El teniente coronel Jesús le dijo que la orden que recibió era trasladarlo hacia la prisión de Ariza aunque fuera en una caja de muerto, contó el opositor. González padece una cardiopatía severa y tiene una condición de salud delicada, por lo que a las pocas horas de estar en el calabozo sufrió un desmayo, vómitos y dolores en el pecho sin que los oficiales le brindaran asistencia médica.

A la estación se presentó el oficial de la Contrainteligencia mayor “Noel”, quien le dijo que no iban a permitir que continuara manifestándose ni publicando en redes sociales. Respecto a su estado de salud le advirtió “¿No has visto la cantidad de presos políticos enfermos que están en las prisiones y no ha pasado nada? Y no va a pasar nada, porque tenemos el respaldo de la ONU,  por más que quieran desacreditarnos. Te mueres y se mueren todos y no pasa nada, porque aquí mandamos nosotros”.

Al día siguiente, le comunicaron que tenía una fianza de cuatro mil pesos, la cual si no pagaba en diez días sería puesto en prisión preventiva, lo cual González se negó a aceptar.

Acto seguido, un inspector del Ministerio de Comunicaciones le aplicó una multa de tres mil pesos, en virtud del artículo 68 inciso i) del Decreto-Ley 370 por sus publicaciones críticas en redes sociales hacia el régimen cubano y sus dirigentes.

Talonario de la multa aplicada a Raúl González en virtud del Decreto-Ley 370. Fuente: Captura de pantalla de transmisión en Facebook

Luego de 48 horas de detención y en huelga de hambre, la salud de González empeoró considerablemente, por lo que las autoridades llamaron a su familia para que pagaran la fianza y se lo llevaran, temerosos de que colapsara dentro de la estación. Le dijeron a su esposa que lo trasladara hacia el hospital por sus medios, descargándose así de la responsabilidad ante cualquier complicación o un desenlace fatal.

En estos momentos el opositor se encuentra en su vivienda, estable, pero acusado de un supuesto delito de Desórdenes públicos y con una multa de 3 mil pesos que se niega a pagar.

El Decreto-Ley 370, desde su entrada en vigor en 2019, ha sido aplicado a más de 60 ciudadanos, activistas, opositores y periodistas independientes como una manera de castigar la libertad de expresión en las redes.