Artemisa, Cuba, (ICLEP). El estadio de béisbol Río Grande, instalación asentada en el municipio artemiseño Candelaria, hoy no pasa de ser un vulgar potrero de pastoreo; y para colmo de males, poblado al extremo de garrapatas.

Esta arena deportiva, que antes fuera orgullo del territorio a causa de su condición exclusiva de sede regional de importantes desafíos de eventos en las categorías escolares y juveniles, ha sido abandonada por completo por las autoridades locales.

“Como si nunca hubiera existido”, expresó un ciudadano. Yankiel Martínez Ochoa, padre de 37 años de edad y residente en la calle Central, cuyo niño hoy es un adolescente practicante del béisbol, contó a El Majadero: “Tengo recuerdos muy lindos que hoy no podré repetir con mi hijo. También fui pelotero cuando niño y nunca olvidaré lo orgulloso que me sentía cuando había competencias y mis padres iban. Pero, no solo mis padres, esto se llenaba. Hoy ha desaparecido a consecuencia del abandono de esta gente. Es un crimen”.

Fernando Ramos Molina, activista deportivo de larga data, dijo a los reporteros: “Han dejado correr lo del mantenimiento del estadio de un año para otro, digo la Dirección del INDER, y hemos llegado a esta situación de no retorno. No, recuperar aquello allí va a ser muy difícil, creo yo. Es verdad que ha sido más despreocupación que falta de recursos para la conservación de todo aquello”.

Publicado originalmente en la edición 227 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa