La Habana, Cuba - Osniel Carmona Breijo, periodista independiente y colaborador de CubaNet, se encuentra en paradero desconocido desde que fue detenido este domingo en la sede de la Feria Internacional del Libro de La Habana, la Fortaleza San Carlos de La Cabaña

El reportero está incomunicado, por lo que, según refiere el medio, puede declararse que se encuentra en “desaparición forzada”.

Carmona Breijo se encontraba haciendo entrevistas junto al también periodista independiente Alejandro Hernández Cepero, quien pudo escapar de la policía y contactar a CubaNet.

Según contó Hernández Cepero, “mientras filmaban en las carpas notaron que un policía estaba cerca de ellos, pero aparentaba ser un cliente más y no estar de servicio o fijándose particularmente en los reporteros. Incluso preguntó el precio de algunos libros, por lo que ellos no le dieron importancia, y siguieron con su trabajo”.

Sin embargo, al terminar la tercera entrevista un apersona vestida de civil preguntó a Osniel Carmona de dónde era y este respondió “soy de CubaNet”, relató Alejandro Hernández, quien también especificó que la detención ocurrió a las 4:05 de la tarde.

Asimismo, el medio recuenta que Alejandro fue testigo de cómo Osniel era conducido por un individuo no uniformado que nunca se identificó, pero que dirigía a cuatro oficiales de la Policía Nacional Revolucionaria.

“De inmediato noté que otros policías me estaban buscando, así que caminé entre diferentes stands en la esperanza de lograr despistarlos y salir del recinto para poder comunicar lo sucedido”, detalló Alejandro a CubaNet.

De acuerdo con el propio medio, el celular de Carmona Breijo se mantiene activo, pero no responde llamadas ni mensajes.

El periodista independiente ya había sido detenido en abril del pasado año en las afueras del Parque Infantil La Mariposa, perteneciente al complejo Parque Lenin, donde se encontraba capturando imágenes para un trabajo periodístico.

En esa ocasión, fue trasladado a la Novena Unidad de Policía, en San Miguel del Padrón. Allí lo mantuvieron encerrado aproximadamente 18 horas, en una habitación de apenas dos metros cuadrados, sin luz ni ventilación.