Pinar del Río, Cuba - Felipe Campos Díaz es un pinareño que vive en el km 3 de la carretera a Viñales, y que pese a sus limitaciones mentales se ha visto obligado a hacer servicios a domicilio para intentar sobrevivir. Tras el reordenamiento monetario impuesto por la dictadura a inicios del año 2021, la situación económica en su hogar ha empeorado y la dictadura sigue sin brindarle atención.

Muchas personas le pagan hasta 500 pesos para que garantice el servicio de gas licuado hasta la puerta de la casa, por lo que “Felito”, como le conocen, diariamente se levanta de madrugada para no perder la oportunidad de ganarse el dinero.

Aunque padece de retraso mental y déficit del habla, Felipe Campos Díaz se ha hecho cargo también de su madre enferma, a la que ayuda con lo que diariamente gana con otros trabajos como el de botar basura.

“Felito” contó a Panorama Pinareño: “Yo todos los días vengo a las balas, yo hago mi cola y compro y ayudo también a la gente, a veces no puedo comprar, pero siempre busco qué hacer para ganarme el dinero".

Pese a sufrir de una parálisis parcial del cuerpo, justo en el lado derecho y que abarca desde el hombro hasta al pie, el pinareño se enfoca en garantizar que a su mesa llegue algún alimento, aunque todas las personas que lo conocen lo ayudan por esforzarse en mantener a su familia.

Ayudar a Felipe nunca ha sido una prioridad para la dictadura, pues mientras esta se vanagloria de contar con un programa de ayuda social, la realidad de este caso demuestra que no funciona en absoluto.

Publicado originalmente en la edición 244 del medio de comunicación comunitario de ICLEP, Panorama Pinareño.