Artemisa, Cuba, (ICLEP).Los artemiseños rechazaron el estado deplorable de las camillas empleadas para recibir accidentados en el Cuerpo de Guardia del Hospital Provincial Ciro Redondo. De las dos camillas en uso, una se encuentra ensangrentada y rota; y la otra también presenta dificultades. Aseguran los camilleros consultados por este medio informativo que cuesta trabajo manipularlas cuando “llega la locura de los accidentes” de tránsito.

“Se trancan, no ruedan”, dijo Yordanis Naranjo Correa, uno de los empleados en estas funciones en el centro sanitario. Laritza Acosta Campo, trabajadora cuentapropista domiciliada en la avenida 40, contó a El Majadero de Artemisa la desesperación y el mal momento que atravesó cuando ella y su hermano llegaron al Cuerpo de Guardia con su madre infartada. “La camilla estaba ladeada, parecía que en cualquier momento mi mamá terminaría en el piso. Aquello chirriaba como un grillo cuando rodaba. Había que empujarla fuerte”, relató Acosta Campo.

Y agregó: “Bueno, mi hermano desesperado porque aquello no avanzaba, terminó cargando a mí mamá y corriendo con ella para adentro. El camillero se quedó plantado en medio del pasillo”.

Loraine Llanes Consuegra, bodeguera residente en la calle Reconcentrado, refirió al boletín que una de las cosas más desagradables es la visión de la sangre en la camilla. “Aunque le echen cosas químicas la sangre se mete por los ojos”, apuntó. “Lo que sucede en el Cuerpo de Guardia, la mala opinión de la gente, la conoce la dirección del hospital. Ellos son los jefes de esta malanga y a ellos les toca la responsabilidad, aunque la gente nos descargue a nosotros”, adicionó a su primera declaración el camillero Naranjo Correa.

Publicado originalmente en la edición 215 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa