La Habana, Cuba - La prisionera política cubana “Angélica Garrido lleva 50 días en celda de aislamiento” en la prisión de mujeres El Guatao, perteneciente al municipio capitalino de La Lisa, según declaró este lunes su esposo Luis Rodríguez Pérez, en conversación con el Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP).

“Está en una celda de castigo que no llega a dos metros de ancho y tres metros y tanto de largo. El ‘tubito’ por donde sale el agua potable, está encima a escasos centímetros del ‘hueco’ donde evacua sus necesidades fisiológicas”, y padece de “monilia (parasitó vaginal) debido a que el agua está contaminada”, manifestó Rodríguez Pérez al instituto.

La reclusa de 43 años de edad, ingresó a la celda de castigo el pasado mes de septiembre, luego de abandonar una huelga de hambre junto a su hermana y también prisionera política María Cristina Garrido, quienes se opusieron a vestir el uniforme de reclusas comunes e ingerir alimentos elaborados en el penal.

“El artículo 138, inciso (e) del Código Penal [cubano] dice que no puede estar ninguna mujer en semejantes celdas de CASTIGO por más de 10 días; ella, lleva más de 45, dentro de aquel agujero infernal”, denunció su esposo el pasado domingo mediante su perfil en Facebook.

Garrido, madre de dos hijos, cumple una condena de tres años de privación de libertad luego de ser detenida durante las manifestaciones antigubernamentales del 11 de julio de 2021, en el municipio de Quivicán, en la provincia de Mayabeque.

“Ella ha sido siempre frontal contra la dictadura, no le van a permitir que salga a exteriores (campamento de reclusas)” y está a la espera de “los papeles del juicio que aún no le han llegado a un año del juicio”, manifestó su esposo al ICLEP.

Organizaciones de la sociedad civil dentro y fuera de Cuba, han denunciado el estado de salud de la prisionera, quien sufrió una parálisis en la mitad de su cuerpo, como resultado de las arbitrariedades por parte de autoridades penitenciarias.

Prisoners Defenders, la Red Femenina de Cuba, la Asociación de Madres y Familiares por la Amnistía y el Consejo para la Transición Democrática, entre otros, han condenado la violencia del régimen cubano contra la reclusa.