La Habana, Cuba - Este martes, la profesora Alina Bárbara López Hernández fue declarada culpable del delito de desobediencia por el Tribunal Municipal de Matanzas. Al mismo tiempo fue detenido por la Seguridad del Estado el escritor y periodista Jorge Fernández Era.

En el caso de López Hernández, aseguró en sus redes sociales que apelará a “a instancia provincial”. El juicio culminó con una multa para la intelectual.

También comunicó que la urgencia era denunciar los atropellos cometidos contra Jorge Fernández Era, Mario Gines González Reyes Cepero e Ilonka Amuchastegui, quienes intentaron acompañarla en la vista oral.

De acuerdo con la académica, Mario Gines González Reyes Cepero e Ilonka Amuchastegui, habían logrado llegar al Tribunal Municipal de Matanzas, cuando intentaron entrar fueron llevados para la estación de Policía. 

En una última publicación, la profesora informó que ya habían sido liberados. “Ahora el padre de mis hijas insistió con el teléfono de la estación de la PNR de Playa y aunque a mí me habían negado que estuvieron allí, a él le confirman que sí estuvieron pero que fue por poco tiempo y que ya los soltaron”, escribió.

En cuanto a Fernández Era, el propio comunicador relató en sus redes sociales que cuando se dirigía junto a Alina al Tribunal Municipal de Matanzas, en una moto sidecar, fue detenido por un carro patrullero con dos policías, pues según ellos, violaba la medida cautelar de reclusión domiciliaria que le había sido impuesta.

Fernández Era fue llevado hacia la Unidad de la Policía de la Playa, en Matanzas, donde en una oficina una instructora policial le “leyó la cartilla”. De acuerdo con el escritor satírico fue trasladado hacia La Habana por los agentes matanceros que lo detuvieron y en el punto de control de Brisas del Mar un segundo carro patrullero lo acogió.

“(…) venían cuatro personas a mi rescate: delante dos policías (él y ella), y atrás dos agentes de civil, el primero muy conocido: fue quien me trasladó hacia Zulueta el día del calabozo inaugural y luego hacia Zanja en el primer intento de manifestación pacífica en la Plaza. Me cacheó y me puso las esposas”, escribió en su muro de Facebook.

Según el periodista, ahora al agente “Yordan” es quien se hará cargo de su caso en lo adelante. “«Lo sé todo sobre ti. Ahora comienza esto. Y bueno que se va a poner…», reiteró durante el recorrido en la animada y divertida discusión que sostuvimos, repleta de amenazas hacia mi familia y hacia mi integridad personal («Después que te cojan en prisión, vas a lavar los calzoncillos de todo el mundo»). No se cansó de asegurar mi condición de «contrarrevolucionario» y «mercenario», y yo tampoco desmayé apuntándole que la contrarrevolución en Cuba la representan ellos y quienes manejan sus hilos”, relató Fernández Era.

“Mi compromiso invariable e incondicional es con Alina, con los presos de conciencia, con la verdad -nuestra verdad- y la libertad para defenderla y escribirla mientras me quede aliento”, expresó finalmente Fernández Era.