La Habana, Cuba - Ángel Santiesteban Prats, escritor y expreso político cubano, fue informado este martes en la Oficina de Emigración y Extranjería de 17 y K, en La Habana, que se encuentra regulado, es decir, con prohibición de salida del país.

De acuerdo con una nota publicada por el medio independiente CubaNet, Santiesteban Prats se dirigió a esta entidad para renovar su pasaporte y le informaron que se encontraba regulado “por motivos de interés público”, justificación utilizada por el régimen para impedirle la salida de la isla a “decenas de activistas” y periodistas independientes.

“Nunca hay una explicación real ni mecanismo de defensa alguno pues detrás de todo eso está la policía política cubana”, dijo a CubaNet el escritor, Premio Václav Havel para la disidencia creativa en el 2020.

El expreso político cree también que esta regulación podría tratarse de un chantaje, ya que el pasado mes de junio se negó a hablar con dos oficiales de la policía política, luego de llegar de un viaje a Miami, al que fue invitado por la Gran Logia masónica de Florida.

“Me llevaron a un cuartico apartado del resto de los viajeros y me negué a aceptar una conversación con ellos. Terminamos discutiendo y me dijeron que entonces comenzarían ‘de cero’ la represión en mi contra”, relató.

Según refiere Cubanet, entre los años 2008 y 2018, Santiesteban Prats estuvo regulado “como forma de castigo por sus constantes denuncias de violaciones de derechos humanos en la Isla y por su activismo opositor”.

Sobre la nueva regulación, Santiesteban Prats la reconoce como “una invitación al activismo más frontal y un intento de presión para que abandone la isla; una manera de ejercer su fuerza totalitaria contra un individuo que quieren manipular (…). Es solo eso, una señal más de que la dictadura arrecia sus instrumentos sin importar, como es sabido, violar los derechos individuales”.

Ángel Santiesteban Prats, uno de los guionistas de la película Plantados, estuvo por más de cuatro meses en el clandestinaje, debido a su participación en las protestas antigubernamentales del 11 de julio y la persecución de la policía política; sin embargo, gracias al respaldo internacional y el apoyo de la masonería cubana, la Seguridad del Estado abandonó el acoso al escritor, Premio Casa de Las Américas en el 2006.