Artemisa, Cuba. Residentes en la comunidad El Jobo denunciaron la venta a través de la canasta básica, de picadillo de soya en estado de descomposición. La denuncia a este medio, interpuesta por la vecina Iraida Lara Castillo, residente en la calle 9-A, detalla que el rechazo fue masivo debido al fuerte hedor a “animal muerto” y la coloración verdosa de cada bolsa del alimento que se abría.

El carnicero del establecimiento 95, Javier Amador Rodríguez, explicó a Majadero de Artemisa que el día anterior, 3 de febrero, pasada las 7:00 de la tarde, “a sabiendas en Comercio que la unidad no tiene equipos de refrigeración, mandaron el picadillo”, por lo que estuvo la noche y parte de la mañana “a la venia de Dios”. “La gente se pone brava”, añadió Amador Rodríguez, “todas las bolsas están iguales, para qué seguir abriendo otras, que se le va el poco frío que tienen las de abajo. Los primeros que compraron se salvaron.

Ayer tuve que recibir el picadillo, de lo contrario me botan”. Saidenis Beltrán Nodarse, vecina de la calle 11, dijo a este medio que ella fue una de las primeras que adquirió el picadillo la mañana del 3 de febrero, pero a los veinte minutos de comerlo “el asco y la revoltura la estaba matando”.

El carnicero jubilado, Euclides Figueroa Sosa, exempleado de la carnicería 95, aseguró a Majadero de Artemisa que la nevera hace más de siete años está rota y Comercio nunca se ha preocupado por el asunto. “Esta situación de quejas y alimentos podridos no es nueva en El Jobo. No sé cuál es la novedad”, terminó declarando Figueroa Sosa.

Publicado originalmente en la edición 186  del medio de comunicación comunitario del ICLEP,  El Majadero de Artemisa.