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Por el periodista ciudadano Pedro Luis Hernández
Jan 29, 2025 | 2:00 PM
Los últimos acontecimientos ocurridos en Venezuela, con la "toma de posesión" como presidente del dictador Nicolás Maduro Moro, después de arrebatar el triunfo a la oposición venezolana, ponen de manifiesto el colapso de la democracia en este país y brindan nuevas enseñanzas sobre las causas que violentan los procesos democráticos, hasta aniquilarlos.
El fracaso de las democracias suele estar vinculado a tres causas principales: golpes militares, líderes o presidentes electos que manipulan los procesos y regímenes populistas con una base popular extensa. De todas estas, la manipulación de los procesos por parte de líderes electos y el modelo populista resultan ser las más peligrosas.
Las experiencias de Cuba, Nicaragua y Venezuela reflejan esta realidad. En el caso de Cuba, el triunfo del 1 de enero de 1959 dio inicio a un proceso que, bajo la apariencia de democracia, comenzó a buscar el apoyo popular mediante un discurso político cargado de promesas de cambio.
Sin embargo, estas promesas solo tenían como objetivo fortalecer a la élite gobernante, que con el tiempo, estableció las bases legales para consolidar sus verdaderas intenciones políticas, las cuales hoy mantienen a millones de cubanos privados de sus derechos y garantías.
El mayor peligro de estos procedimientos antidemocráticos radica en que, en muchas ocasiones, los ciudadanos no logran identificar las manipulaciones a las que son sometidos. La manipulación de la democracia por líderes autócratas, como los que existen en los países mencionados, suele comenzar con reformas a la Constitución. Por esta razón, la defensa de una constitución democrática debe ser una de las principales prioridades de los partidos y movimientos políticos, buscando siempre establecer normas democráticas claras.
Cuando las instituciones democráticas son vulneradas y manipuladas desde el poder, se transforman en instrumentos serviles y mecanismos de dominación política. Esta es una de las tendencias actuales en la región. Los perpetradores del golpe a la democracia utilizan las mismas instituciones democráticas de manera gradual para dar el golpe final.
El estado actual de los procesos democráticos en la región latinoamericana, se hallan en una peligrosa encrucijada y deben de llevarnos a una reflexión profunda y metódica, a fin de entender principios fundamentales que nos permitan identificar a tiempo los líderes autocráticos que asumen el poder y pueden subvertir las democracias.
Sobre ello vale tener en cuenta que estos personajes se pueden reconocer por tres cualidades básicas: rechazan las reglas democráticas establecidas, niegan la legitimidad política de sus oponentes, manifiestan su voluntad de restringir las libertades políticas de sus adversarios, incluyendo los medios de comunicación. Estas son sin dudas las características de los asesinos de la democracia real.
Publicado originalmente en la edición 196 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano