Artemisa, Cuba, (ICLEP). El costal de carbón vegetal, que no supera las tres latas de cinco galones, ha superado la barrera de los 3 500 pesos en algo más de un mes. Esta explosión de precios está relacionada con la falta de otro tipo de combustible para la cocción de alimentos.

Ante la desaparición casi absoluta de las llamadas balitas de gas licuado; los apagones, que invalidan la opción de la utilización de estufas eléctricas y la creciente escasez de leña en la periferia de la ciudad, no queda de otra que la compra de los costosos sacos de carbón.

Resulta oportuno señalar que ningún jubilado artemiseño tiene acceso a este tipo de combustible. En Cuba la pensión mínima no supera los 1 528 pesos. “Verdaderamente lo que se está viviendo en este país es de apaga y vámonos. No hay gas, los apagones son de más de 20 horas y por encima de eso la gente ha acabado con casi toda la leña que hay en las afueras de los pueblos. ¡Ah!, y el saco de carbón por las nubes. Yo conozco personas que se pasan días sin encender los fogones, que viven a base de pan y boberías de esas”, declaró al boletín la ama de casa Mercedes Gutiérrez Martínez, vecina de la calle Colón.

Yusmel Puig Cancio, dependiente del punto de venta de gas licuado, dijo a los reporteros: “El gas es una caja de sorpresa, nadie sabe cuándo va a entrar, es una situación a nivel de país. Por lo que se sabe, la cosa puede demorar hasta semanas. El precio del saco de carbón debe seguir aumentando”.

Publicado originalmente en la edición 230 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa