Pinar del Río, Cuba, (ICLEP). La escasez de medicamentos de todo tipo persiste en la red de farmacias del municipio pinareño, mientras las ventas de estos a elevados precios en el mercado informal, continúan tomando auge.

La necesidad de acudir al mercado negro para acceder a los medicamentos, sobre todo para enfermedades de base como la hipertensión arterial, diabetes y alergias, cada día se vuelve más evidente pues es la única vía que ha dejado la dictadura para tener controlados dichos padecimientos. La preocupación es más grande para aquellos que no tienen forma de pagarlos caros y tratan de controlarse las enfermedades con remedios caseros, la mayoría de las veces con hierbas.

En esta situación se encuentra Rosa Morales Muñoz, vecina del reparto 10 de Octubre, quien aseguró al medio que para bajarse la presión tiene que hervir hojas de guanábana y andar descalza, a pesar de no ser siempre efectivo.

La población también se dirige al mercado informal en busca de antibióticos, los cuales después de la pandemia de la covid-19 quedaron desaparecidos de la red de farmacias, sobre todo la azitromicina y la cefalexina, los cuales, según la pinareña Sandra Pérez Fuentes tienen valores por encima de los 250 pesos cada blíster.

La farmacéutica Liliana Franco Esquivel, trabajadora de la Farmacia Comunitaria de Pinar del Río, declaró al medio que las carencias son notables debido a las restricciones del bloqueo económico de Estados Unidos, el cual impide importar las materias primas que se necesitan para la confección de los mismos.

Está bien claro que muchas dolencias no pueden resolverse con medicina natural y métodos alternativos, hay urgencias que requieren fármacos que muchas veces no se encuentran ni siquiera en los Cuerpo de Guardia de hospitales ni policlínicos, lo que pone en peligro la vida de las personas.

Publicado originalmente en la edición 259 del medio de comunicación comunitario del ICLEP,  Panorama Pinareño