La Habana, Cuba, (ICLEP). Paredes que se vienen abajo horas después de levantadas, discusiones y broncas callejeras ha traído como consecuencia la última estafa en calles habaneras: la venta de cemento adulterado en sitios del mercado negro, lo cual despunta como el último hito de la descomposición social en la capital.

Ciudadanos enrolados en procesos de construcción o reparaciones de viviendas, que se han visto obligadas a recurrir al mercado informal ante la escasez de cemento en tiendas en MLC, o sus astronómicos precios, han sido vulgarmente estafados.

El contenido de los sacos ha sido mezclado con ingredientes inertes. Sandra Quintero Griñán, bibliotecaria que vive en la calle Melones, en el municipio 10 de Octubre, puso en contexto a los corresponsales sobre esta situación: “Necesitaba un saco y mi sobrino, que es albañil, me advirtió.

Un cliente suyo compró el cemento y cuando lo fueron a usar no servía. Salieron a buscar a los vendedores, pero ya se habían mudado de lugar”. “Mientras no se maten a machetazos dos o tres personas por esto, la policía no va a aparecer, es tipo de la no funcionalidad de las instituciones de este país. Después usted ve los grandes titulares en el Noticiero sobre el ‘accionar de nuestros agentes’.

Lo mismo de siempre”, refirió al boletín el carpintero Osniel Cervantes Agüero, vecino de la calle Luz, Habana Vieja. Frank Lobaina Rojas, funcionario de la Comisión de Enfrentamiento al Delito del Gobierno Provincial, dijo a los reporteros: “Gracias por la información, pero en caso de que esa situación sea cierta la policía actuará de manera inmediata. Aquí siempre se está con la guardia en alto, para eso y para otros delitos que no son comunes”.

Publicado originalmente en la edición 244 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero