Artemisa, Cuba, (ICLEP). Todas las señales, objetivas y subjetivas, que provienen del estadio de béisbol Julito Díaz sugieren con alto grado de probabilidad que no solo es una instalación agonizante, sino que la ruta hacia su desaparición es inevitable. La arena deportiva, localizada en la calle República, durante décadas movía voluntades en la ciudad, según lo contado a este medio informativo por los artemiseños.

“Se paralizaba Artemisa cuando había juego de pelota, era un acontecimiento social de relevancia”, dijo un ciudadano, que se identificó como “El mensajero”. En tanto, el arquitecto Raúl Rojas Vargas, quien vive en la calle Yara, detalló a los corresponsales que lo que más le preocupa respecto al estadio es que no se aprecian señales provenientes del Gobierno que indiquen una recuperación, para “devolverle la alegría al pueblo en medio de tanta miseria”.

“Lo van a dejar morir”, acotó. “Aquello era una locura cuando había juego de pelota, por el simple hecho de salir de la monotonía cotidiana. Media ciudad se trasladaba para allá. Los merolicos con sus bártulos de vendutas y los demás a disfrutar, y eso se acabó. Hay que ver cómo está aquello. Hasta eso se lo han quitado al pueblo”, declaró a El Majadero la oficinista Leticia Ramos de la Cruz, vecina de la calle Mártires.

Guillermo Baró Herrera, activista deportivo, dijo a los reporteros que en ninguna de las reuniones a la que ha asistido en la Dirección Provincial de Deporte se ha mencionado el tema de la recuperación del Julito Díaz.

Publicado originalmente en la edición 217 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa