Publicado originalmente en la edición 105 del medio de comunicación comunitario del ICLEP El Espirituano.

Jíquima de Peláez una comunidad abandonada por el régimen

Por la periodista ciudadana Aliena Palmero

Vecinos de la comunidad Cabaiguanense de Jíquima de Peláez, se pronuncian contra el abandono oficial y afectaciones con el transporte que padecen desde hace más de un mes.

Este consejo popular del municipio de Cabaiguán, que posee una población superior a los 7000 habitantes, distribuidos en cinco asentamientos rurales, presenta una compleja situación con el transporte hacia la cabecera municipal, tras la reciente decisión del Consejo Municipal de Cabaiguán de suspender la transportación intermunicipal, para evitar contagios con la COVID.

Esta medida decretada desde hace varios días afecta al personal de salud y estudiantes que estudian y trabajan en la cabecera municipal. Más de 200 personas, entre trabajadores de salud y población necesitada, se ven afectados diariamente por las malas decisiones gubernamentales.

Sin que las autoridades se esfuercen por garantizar alguna alternativa, la realidad es complicada para los habitantes de este consejo, quienes no avizoran una solución urgente al problema.

“Desde que quitaron el transporte para Cabaiguán la cosa ha empeorado. Muchos trabajadores de la salud y estudiantes tienen todos los días que pedir los favores del transporte de Yaguajay, que a veces recoge unos pocos y otras veces pasa de largo”, comentó Jaime Guerra, residente en el lugar.

“Son más las veces que tengo que regresar para mi casa, que las que puedo ir a trabajar”, confesó Dalia Izaguirre.

“Hoy para ser honesto, estamos casi incomunicados con Cabaiguán, son muchos los que necesitan viajar y no pueden, fundamentalmente el personal de salud”, aseguró Mireida Hernández, presidenta del Consejo.

La única vía de transporte disponible hoy para esta comunidad la constituyen los ómnibus de Yaguajay, que dan dos viajes al día.